Un verano para rompernos la camisa
En «Operación Camarón», Natalia de Molina se pone a las órdenes de Carlos Therón para explorar la comedia
Corre sin tregua la segunda hora de un «interesantísimo» Ucrania contra Macedonia del Norte en el marco de la Eurocopa. Pura vibra «panenkita». El juego se detiene y el narrador aprovecha para recordarnos con vehemencia el estreno de «Operación Camarón», la comedia «con la que el cine español quiere volver a llenar las salas». La gracia, repetida una y otra vez en los espacios del grupo audiovisual que ha hecho posible la película, aquí es oída por nada más y nada menos que 886.000 espectadores, pero la cuota de pantalla del evento llega hasta casi la mitad de los televisores. La monstruosa campaña publicitaria nos lleva a hacernos una idea de la gravedad del asunto, que nos devuelve una taquilla con apenas un 15% de ingresos para el cine nacional.
Dirigida por Carlos Therón («Lo dejo cuando quiera») y protagonizada por Julián López y Natalia de Molina, el filme se sirve de los resortes más clásicos de la comedia patria, como son el contraste meridional-septentrional meridional-septentrional y las diferencias idiosincráticas, para narrar un divertido enredo (basado en una película italiana) sobre un policía que debe infiltrarse, por aquello del azar, en una banda de música urbana que tocará en la boda de uno de los narcotraficantes más importantes del litoral andaluz.
Comedia sin paracaídas
Ineludiblemente pandémica, puesto que tuvo que retrasar su estreno casi un año por culpa del virus, la comedia de Therón nos devuelve a De Molina en un registro registro casi inexplorado por la ganadora de dos Goyas: «Cuando recibí el guion me entró miedo. Tenía muchas dudas respecto al personaje de la Luci. Me gustaba mucho la historia y la comedia, pero me daba pavor el que fuera una superproducción. Yo estaba en ese momento rodando “Adiós” y venía de hacer drama, entonces podía ser muy brusco. Cuando luego vi al elenco me entraron todavía más dudas, porque veía que eran cómicos con los que yo siempre me partía de risa y no me veía a su altura, como si yo no fuera capaz de hacer reír», explicaba la actriz en entrevista con LA RAZÓN en el pasado Festival de Málaga, antes de continuar: «Creo que viene de mis miedos personales, porque también es cierto que nunca me he sentido segura a la primera con ningún personaje que haya hecho. Los actores somos súper inseguros y no es algo en lo que me considere especial. Me daba vértigo, pero la experiencia me ha demostrado que lo tengo que hacer a partir de ahora es tirarme. Aunque no haya paracaídas, porque es como una aprende», confesaba.
Dirigida por el hacer cómico de un Therón desatado y junto al hierático y desternillante López, De Molina acompaña en «Operación Camarón» a Miren Ibarguren, Juan Carlos Librado «Nene» o Paco Tous y Antonio Dechent como secundarios de lujo en una película que explota el humor de las situaciones límites y, de paso, le quita caspa a la interpretación en la gran pantalla de la música mínima y de barrio, esa que no entra en los bucles de la radiofórmula, pero que arrasa en internet.