Calisto, la ninfa por la que Rubens sintió compasión
Este es un cuadro con dos historias. La que esconde el pintor y la que refleja la tela. «Diana y Calisto», que todavía se puede en «Pasiones mitológicas», exposición que ya está a punto de cerrar, habla, sobre todo, de un drama. De un hecho doloroso. Júpiter queda prendado por Calisto, una de las ninfas de la corte de Diana, y, empujado por su pasión y su soberbia, la viola y deja preñada. El artista refleja el momento en que el resto de sus compañeras descubre su embarazo y, por tanto, el suceso que hay detrás. Diana la observa sorprendida y por la expresión de su rostro nadie podría indicar de antemano su falta de misericordia y de piedad, y el duro castigo que la iba a imponer poco después por un hecho del que no tiene ninguna culpa. Este óleo es una copia que Rubens hizo de una obra anterior de Tiziano. Descubrió la pintura del viejo maestro durante su visita a España, en las colecciones reales, y, a su regreso a la ciudad de Amberes, decidió tomar este tema mitológico para retarse con este pintor de pintores. Existen similitudes entre las dos telas, pero también una divergencia que resulta crucial y que aporta una diferencia notable. Tiziano posee un corazón más inflexible y duro y no muestra sentimientos hacia la castigada ninfa. Rubens, que proviene de una cultura y una sensibilidad distinta, en cambio, retrata al personaj e con una compasión, como si entendiera perfectamente por el momento que está pasando.