La España que viene España está cambiando a sus tradicionales escaladores puros por los ciclistas con instinto ganador para las clásicas
A la espera de una explosión cada vez menos probable de Enric Mas o Mikel Landa, el ciclismo español ya ofrece alternativas
El pelotón español se prepara para un giro total en su guion. El futuro más cercano se aleja de la tradición por los vueltómanos y pasa por las piernas de ganadores de un día como Aranburu o Cortina. El jovencísimo Juan Ayuso es el brote verde que vislumbra un horizonte esperanzador. No quedan lejos en el tiempo aquellos años en los que España, tanto en cantidad como en calidad, copaba las listas de todas las carreras. El país con mayor número de participantes en el Tour –lo fue en 2003, 2005 y 2007–, el país que lideraba el ranking de la UCI y lo ganaba todo. Pero los Alberto Contador, Carlos Sastre, Samuel Sánchez o Joaquín Rodríguez, se fueron retirando y, a la vez, llegó la globalización. Países que no contaban para nada en el ciclismo, ciclismo, como la Gran Bretaña del Ineos, la Eslovaquia de Peter Sagan o la Eslovenia de Pogacar y Roglic se han convertido en los mandamases del plano ciclista.
Ahora, tras unos años en los que empezó a cundir el pánico por no encontrar el ansiado relevo y comprobar que con el presente actual, el de los Enric Mas o Mikel Landa y su constante infortunio, no termina de eclosionar ni confirmarse, los brotes verdes, empiezan a surgir alternativas. De los escaladores puros que siempre eran candidatos a ganar toda gran vuelta, lo que históricamente ha representado nuestro país, de Bahamontes a Contador, pasando por Perico Delgado o Carlos Sastre, el abanico se está abriendo a ciclistas más dados a carreras de un día, explosivos y con instinto ganador para las clásicas.
El futuro más cercano, a la continua espera de Enric Mas o Mikel Landa, lleva los nombres de Alex Aranburu, Iván García Cortina o de Omar Fraile, que el domingo conquistó el Campeonato de España. Llegadores con instinto, hombres válidos para cazar etapas, disputar las grandes clásicas y, sobre todo, para coger el peso de la selección española en los próximos años, una vez que Alejandro Valverde se retire.
Será precisamente Aranburu quien tenga la capitanía de nuestra selección, con el permiso del «Bala» en el Mundial que se disputará en Flandes. Lo confirma Pascual Momparler, seleccionador de España. «A día de hoy así es. Le he dicho que será nuestro pilar y que empiece a prepararlo desde ya porque confío plenamente en él y puede aspirar a ganarlo. El único que puede estar a su altura como líder es Valverde». «Mompa» ha sido testigo directo de esta transformación y del vivero que en España ha ido creciendo de forma lenta en estos últimos años, cuando entre medios y aficionados empezaba a cundir el pánico ante la retirada de la generación de oro y el solar en el que estaba quedándose el ciclismo español. Él siempre confió. «Llevo ocho años en la federación», cuenta, primero como seleccionador sub’23, puliendo a las perlas que ahora son nuestros puntales. «Mi objetivo siempre fue correr las clásicas internacionales. Todos se retiraban, pero gracias a eso, esos ciclistas han hecho mucho bagaje y el resultado es éste. Por ser cabezón creo que se ha hecho un buen trabajo», dice.
Del otro lado de la moneda, en el futuro que nos espera en cuanto a vueltómanos, «Mompa» es optimista: «Tenemos a Carlos Rodríguez –que maravilla con su motor en el equipo Ineos en su primer año– y a Juan Ayuso», que ayer debutó como profesional con el UAE Emirates de Matxin después de haber arrasado en el Giro sub’23. «Si no pasa nada, ambos estarán delante en las carreras de tres semanas. Hay brotes verdes y muy buenos, y el nivel del ciclismo español va a seguir siendo medio alto», concluye.
El futuro pasa por vencedores de carreras de un día como Aranburu o Cortina. Juan Ayuso es la gran apuesta