Jesús González Perea
Vuelvo a mis personajes. En España, podemos afirmar sin equívocos que, a pesar de lo poco que se invierte en investigación y de lo que despreciamos social y económicamente carreras dificilísimas como Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Arquitectura y algunas ingenierías, disfrutamos de profesionales extraordinarios, tanto en la Sanidad (pública y privada) como en la Función Pública y en la iniciativa privada. Pues bien, una de esas personas del mundo de la sanidad es el doctor González Perea. Cirujano del Aparato Digestivo que ejerce su magisterio y su bisturí en Valladolid (el mejor, según sus pacientes).
A Jesús tuvimos la fortuna de conocerlo en un maravilloso viaje a Egipto, planificado por Javier Sierra y Nacho Ares (que no necesitan presentación) y llevado a buen término por Eva y el equipo de Aran Viajes, comandado por los inigualables Amadeo y Sergio (¡cuántos recuerdos y todos buenos!). El primer día en Egipto, tras una inolvidable visita a las Pirámides (en donde vimos amanecer), nos tocó desayunar juntos en la misma mesa a Jean Paul Bauval (de este personaje hablaré también) y su mujer, Jesús y nosotros. En un momento dado, salieron Jesús y mi mujer a fumarse un cigarro y allí entablaron conversación. A partir de ese día, fuimos conociendo a una persona de aspecto muy serio, como introvertido y solitario, pero que se reveló como un sujeto divertidísimo, con un humor inteligente y sarcástico, lleno de anécdotas y con una familia a la que adoraba, por lo que nos fue contando de ella. Enseguida sentimos por él una gran empatía y, sin ponernos de acuerdo, elegimos la misma mesa en el barco durante el resto del viaje. Sin él, a este viaje mágico le hubiera faltado algo que supo rellenar con su presencia. Un enorme ser humano a quien admiro.