Unos 150.000 trabajadores en ERTE, en riesgo de despido
Escrivá cifra en 450.000 el número de personas en paro temporal
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, cifró ayer en 450.000 los trabajadores que siguen acogidos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). De estos, unos 150.000, según Escrivá, pertenecen a empresas que pueden necesitar algún tipo de reestructuración y cuyos puestos, por tanto, están en serio riesgo.
Escrivá explicó que estos trabajadores en ERTE, que apenas representan al 1% del empleo, no tienen desde hace un año exoneraciones en sus cotizaciones sociales y están en empresas o actividades «que ya tenían alguna debilidad previa a la crisis». «El porcentaje de empresas que por esta perturbación económica pueden necesitar algún tipo de reestructuración es más bajo del que se podría esperar», aseguró en un encuentro organizado por Nueva Economía.
El resto de los trabajadores que continúan en ERTE, unos 300.000, está concentrado en sectores como la hostelería, agencias de viajes, transporte, sobre todo aéreo, y actividades recreativas y de ocio nocturno. Estos sectores están esperando el levantamiento de las últimas restricciones, sobre todo europeas, para la recuperación de estos trabajadores en los próximos meses, algo en lo que también influirán las ayudas directas que se están desplegando en España y el avance de la vacunación contra la Covid-19. En este sentido, Escrivá manifestó que en septiembre «la situación va a ser claramente mejor» y que el número residual de trabajadores que continúen inactivos transitarán a «un modelo estructural de ERTE».
El ministro de Seguridad Social aboga por retrasar la subida del Salario Mínimo para buscar un alza «significativa»
Sobre las cifras a cierre del presente mes, el titular de Inclusión indicó que el mercado laboral alcanzará en junio los niveles prepandemia en términos desestacionalizados, con una creación superior a 200.000 puestos de trabajo, y una tasa de paro que «no va a estar muy lejos que la que teníamos antes de la pandemia» de coronavirus.
Cuestionado por si toca ahora subir el salario mínimo interprofesional (SMI), como defiende su compañera de Trabajo, Yolanda Díaz, el ministro de Seguridad Social explicó que España tiene «un problema» en la distribución salarial de la parte baja de la tabla. A su juicio, es «absolutamente fundamental» empujar esos sueldos bajos con «subidas sustantivas del SMI», algo que el Gobierno quiere hacer «lo más rápido posible».
Aunque Escrivá admitió que una subida del SMI tendría efectos en el empleo, estos serían a su juicio «bastante pequeños», algo que contradice al Banco de España, que cifró en hasta 174.000 los empleos perdidos en la última subida del SMI a 950 euros. En cualquier caso, el ministro se decantó por esperar y potenciar al máximo la subida con un alza significativa. Para ello, hay que buscar «el momento concreto» para subir el SMI «cuando el despliegue en la economía tenga su mayor potencial». «Tenemos margen para ir pensándolo en los próximos meses», manifestó.