Anulan el confinamiento forzoso de los jóvenes no infectados
El Gobierno balear fletará en un «barco burbuja» a unos 200 adolescentes
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Palma decidió ayer no ratificar el confinamiento forzoso de los 232 jóvenes aislados en el hotel cuyo resultado en las pruebas PCR ha sido negativo o a los que no se les ha practicado ninguna prueba. El Gobierno balear ha aconsejado al resto que se quede allí a terminar los diez días de cuarentena que restan. La otra opción que les ofrece es la de regresar a la península en un barco «burbuja».
Hay sucesos que cambian el curso de los acontecimientos, algo sobre lo que hemos aprendido mucho durante la pandemia. La crisis del macro-brote de Mallorca ha conseguido poner en la agenda pública la vacunación de los jóvenes, el grupo menos protegido frente al virus. Para ello, casi 250 estudiantes que viajaron a la isla entre una semana y diez días después de que se produjeran los eventos de supercontagio, han tenido que estar confinados de manera forzosa en el Hotel Bellver, de Palma. La mayoría de ellos, de entre 17 y 18 años, llevaban entre 24 y 72 horas en la isla cuando la Guardia Civil se presentó en sus hoteles para trasladarles, en ambulancias, a un hotel covid. Ahí empezó un encierro obligado, bajo la tutela del Gobierno balear que, previsiblemente, se iba a alargar hasta el 5 de julio. Sin embargo, la balanza de la Justicia se ha inclinado a su favor. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Palma decidió ayer no ratificar el confinamiento forzoso de los 232 jóvenes aislados en el hotel cuyo resultado en las pruebas PCR ha sido negativo o a los que no se les ha practicado ninguna prueba. Los 74 que han dado positivo, sin embargo, deberán quedarse, al menos, hasta saber los resultados de una prueba diagnóstica que le harán en los próximos días.
Derechos fundamentales
El auto de la jueza argumenta su decisión de suspender el confinamiento en el hecho de que se está limitando un derecho fundamental de estos adolescentes sin una razón de peso, ya que no son contactos estrechos de los jóvenes contagiados en el brote detectado el pasado 15 de junio. El Govern basó su decisión de confinarles en el hecho de que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), que dirige Fernando Simón, recomendó que todas las personas que participaran en los viajes de fin de curso a Mallorca fueran consideradas contactos estrechos. La Fiscalía ha calificado esta medida de demasiado «general, presuntiva e indeterminada». El auto concluye, además, que solo se puede confinar «por un diagnóstico cierto, o al menos muy probable, no por uno potencial». Por otra parte, requiere al Govern balear que informe al Juzgado cada cinco días de la evolución de cada uno de los afectados, para revisar el confinamienLa confinamienLa reacción del Gobern a este varapalo judicial no se hizo esperar. El ejecutivo que dirige Francina Armengol insiste en su postura, y ha manifestado que la decisión de la juez Sonia Martín «pone en peligro toda la política sanitaria en España, no solo la nuestra».
Barco «burbuja»
Para tratar de evitar lo que, a su entender, serían consecuencias gravisimas para la salud pública, ha aconsejado a los jóvenes peninsulares que se queden a terminar los diez días de cuarentena en el hotel covid . «Pedimos que no salgan de las habitaciones, ni se vayan a dar vueltas por Palma o a socializar», afirmó la consejera de Presidencia y Función Pública, Mercedes Garrido. La otra opción que les ofrecen es la de regresar a la península en un barco «burbuja». El barco, que saldrá del puerto de Palma a primera hora, tendrá un «un espacio burbuja solo para ellos y no en contacto con otros pasajeros», con dirección al puerto de Valencia, donde cada una de las comunidades autónomas «los recoja y los lleve hasta sus domicilios». Una decisión que ha apoyado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que ha especificado que, una vez que lleguen a su región de origen, serán las autoridades locales las que activen los dispositivos necesarios para minimizar los riesgos.
Las comunidades a las que pertenecen los estudiantes son Andalucía, Madrid, País Vasco y Galicia. Sin embargo, alrededor de las 19 horas de la tarde al menos una docena de los estudiantes confinados abandonó el hotel en en un taxi en dirección al aeropuerto.
Otros de los principales arguto.
Un juez concluye que solo se puede confinar por un diagnóstico cierto o al menos muy probable, no por uno potencial
mentos en los que se ha basado el juzgado para tumbar el aislamiento es que el Govern no ha confinado a los trabajadores de los hoteles en los que se alojaron los estudiantes. Aunque el Ejecutivo ha informado de que se han realizado 175 PCR a trabajadores –sólo una ha dado positivo– «no se ha confinado a ningún trabajador. La lógica diría que alguno de ellos puede ser un contacto estrecho, ya no con los jóvenes, sino con el trabajador que ha dado positivo». La arbitrariedad en la elección del perfil al que exigir aislamiento era el tema que enfurecía a los afectados. y a sus progenitores, que no entendían porque les estaban aplicando medidas de extrema exigencia solo a ellos. «Después de todo lo que hemos pasado, de que toda España nos haya señalado con el dedo como culpable, esta decisión es un alivio y una alegría. Lo que nos ha sucedido no puede ser legal ni normal, pero como somos jóvenes y habíamos venido aquí de vacaciones, parece que no teníamos derecho a quejarnos», cuenta Marina Baena, una estudiante de Córdoba, a la que han acosado, insultado y amenazado repetidamente por redes sociales, y que está deseando volver a casa.