El discurso de represión contra España
Los indultos concedidos a los condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre han abierto un nuevo capítulo en los intentos de los líderes independentistas de internacionalizar el procés y de conseguir apoyos para la causa. Después de que la pandemia de coronavirus haya eclipsado la crisis catalana durante meses, los presos liberados vuelven a las instituciones europeas con el propósito de seguir tocando puertas y no dar ninguna batalla por perdida.
Ayer desembarcó en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) el líder de ERC Oriol Junqueras acompañado de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los ex conseller Raüls Romera y Dolors Bassa. Casi siempre el medio es el mensaje. Aunque Junqueras fue prudente a la hora de explicar su agenda de contactos -excusándose en la necesidad de ser discreto ante este tipo de gestiones- ayer volvió a franquear las puertas de la Eurocámara.
«El mensaje principal es sencillo. Somos dos ex diputados de esta casa que hemos sufrido una prisión que estamos convencidos que ha sido claramente injusta. Seguimos padeciendo esta represión cuando se nos impide ejercer nuestros cargos electos de esta casa, en mi caso. También la seguimos padeciendo en forma de represión económica del Tribunal de Cuentas que lo que hace es perseguir nuestras casas y las casas de nuestros hijos. Venimos a explicar que la represión continúa con más de 3.000 personas represaliadas pendientes de juicio».