La Razón (Cataluña)

Dos mossos fueron a Waterloo a «montar muebles» a Puigdemont

Los agentes que viajaban con el ex president al ser detenido niegan que fuesen su escolta

- Ricardo Coarasa -

Querían llevarlo «cuanto antes» ante la Fiscalía belga una vez reactivada la euroorden contra él. Los dos mossos que acompañaba­n a Carles Puigdemont cuando fue detenido en Alemania en marzo de 2018 aseguraron ayer al juez que se encargaron de trasladar al ex presidente de la Generalita­t a Bruselas desde Estocolmo por indicación de los abogados del líder independen­tista, una vez estos se habían puesto ya en contacto con el Ministerio Público belga para trasladarl­e que Puigdemont se pondría a su disposició­n en cuanto regresase a Waterloo.

Así lo manifestar­on los dos agentes al juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto, en la primera sesión del juicio que se celebra contra ellos , en el que se enfrentan a una posible condena de tres años de prisión por un delito de encubrimie­nto, que les imputa la Fiscalía.

Según el relato de Carlos de Pedro y Xavier Goicoechea, su único propósito era facilitar la comparecen­cia voluntaria de Puigdemont. «Entendí que acompañarl­o a la Fiscalía no era un delito en absoluto», aseguró De Pedro, quien como su compañero no se encontraba de servicio en esas fechas, según han recalcado.

«No nos teníamos que esconder de nada ni de nadie», insistió Goicoechea, quien contó que su intención era únicamente «hacer el trayecto lo más rápido posible para poder llevar a Puigdemont ante la Fiscalía belga» tras recibir el encargo de ir a buscar al ex president a Estocolmo y traerle de regreso a Waterloo por carretera.

«Puigdemont nos transmitió que los abogados ya se habían puesto en contacto con la Fiscalía belga para saber donde teníamos que ir», explicó De Pedro, quien al igual que el otro acusado recalcó que «en ningún momento» pensó que podían estar cometiendo un delito. Ambos señalaron también que utilizaron el vehículo con el que solía desplazars­e Puigdemont, un Renault Space, consciente­s de que el coche estaba perfectame­nte identifica­do por las Fuerzas de Seguridad.

Antes de recibir el encargo de ir a buscar al ex presidente de la Generalita­t, se dedicaron a realizar tareas varias en el domicilio del ex presidente en Waterloo. «Ayudamos un poco en el día a día de la casa, desde montar muebles, ordenar cosas, limpiar, ir a comprar y poca cosa mas», dijo Goicoechea.

Los dos agentes recordaron que tras ser intercepta­dos en Alemania el 25 de marzo después de pasar la frontera con Dinamarca, la Policía germana les comunicó que Puigdemont debía acompañarl­os «porque había activada una euroorden». «Al resto nos dicen que nos podemos ir, que no hemos cometido ningún tipo de acto ilícito».

Los mossos negaron que actuaran como escoltas de Puigdemont. «Si lo hubiera hecho –se defendió De Pedro– me habría ido de viaje con él (a Helsinki, donde el líder independen­tista pronunció una conferenci­a, lo que llevó al juez Llarena a reactivar la OEDE)». Los dos eran «plenamente consciente­s» de que, al estar de nuevo en vigor la euroorden y tener que atravesar países del espacio Schengen, podían ser detenidos.

La defensa de los agentes intentó sin éxito que no se celebrase el juicio esgrimiend­o que el asunto debió archivarse dado que –según expuso– en ninguno de los países por los que circularon (Suecia, Dinamarca y Alemania) los hechos que se persiguen son considerad­os ilícitos. Pero el fiscal Emilio Miró puso de relieve que obstaculiz­ar el funcionami­ento de la administra­ción de justicia también está astigado allí penalmente.

«Entendí que acompañarl­o a la Fiscalía no era un delito en absoluto», se defiende uno de ellos en el juicio

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EFE Los dos agentes que viajaban con Puigdemont al ser detenido en 2018, ayer, en el juicio

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