La Razón (Cataluña)

Una coalición que pende de un hilo

- Guy Ziv

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, esperaba lograr un compromiso entre el partido de línea dura Yamina y el resto de los miembros de su heterogéne­a coalición. Sin embargo, Bennett sufrió una gran derrota en el Parlamento israelí. ¿Qué significa este revés para el nuevo primer ministro?

En realidad, ésta es una derrota para el nuevo primer ministro, Naftali Bennett, pero no creo que sea un desastre monumental para su Gobierno heterogéne­o. Supone un bochorno para Bennett, pero también es una vergüenza para el ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. El líder de la oposición de otro modo habría apoyado la controvert­ida Ley de Ciudadanía.

¿Va a ser común durante los próximos años en Israel que en la «Knesset» el primer ministro israelí pierda las votaciones? ¿Será soportable para el país?

Las derrotas para el primer ministro ocurren, tal vez no con frecuencia, pero ocurren, con casi todos los primeros ministros de la historia del país. Lo preocupant­e aquí, desde la perspectiv­a de los partidario­s del nuevo Gobierno israelí, es que se haya producido una derrota en el Parlamento tan pronto. Esto deja de manifiesto que la oposición estaba unificada, mientras que el Gobierno israelí estaba dividido; y que esta coalición pende de un hilo. Con lo sucedido se subraya la fragilidad de este Gobierno, que puede no durar mucho si hay más derrotas de este tipo en los asuntos más importante­s.

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, acusó ayer a sus rivales, incluido el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, de elegir la «política mezquina» sobre el bienestar de la nación. En realidad, cuando Netanyahu estaba al frente, la ley se renovaba anualmente... ¿El ex primer ministro israelí está tratando de avergonzar a Bennett?

El ex primer ministro Benjamin Netanyahu tiene un enfoque político sin límites. Antes de que Bennett asumiera como «premier» israelí, Netanyahu era partidario de esta ley. Por lo que ésta ha sido una maniobra muy cínica por su parte. Irónicamen­te, su partido, el conservado­r Likud, votó al unísono junto a los diputados árabes. Por lo general, esto lo convertirí­a en un punto sobre el que atacar.

Si nos centramos específica­mente en la ley en sí de 2003, la polémica legislació­n prohibía a los ciudadanos árabes extender la ciudadanía o los derechos de residencia a sus cónyuges de Cisjordani­a y la franja de Gaza, ¿qué supone el bloqueo de esta ley para Israel?

No está claro que haya cambios dramáticos en el futuro cercano, aunque imagino que veremos un aumento en las solicitude­s de ciudadanía israelí para estos ciudadanos árabes afectados. Sin embargo, cabe recordar que no hay garantía alguna de que estas solicitude­s sean aprobadas. Es posible que el Gobierno israelí presente una nueva votación para extender la Ley de Ciudadanía en el futuro cercano.

Lo inquietant­e es que la derrota haya ocurrido tan pronto y deje a una oposición unida frente a un Gobierno dividido

Guy Ziv es profesor de la Escuela de Servicio Internacio­nal de la American University. Autor de «Por qué los halcones se convierten en palomas: Simon Peres y el cambio de política exterior en Israel». Preguntas de Esther S. Sieteigles­ias

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