Francia contraataca en la «guerra del champán»
La región francesa de Champaña se revuelve contra la ley de Putin
Parece absurdo que una bebida originaria de la región francesa de Champagne no pueda llevar ese nombre. Pero es exactamente lo que Rusia ha establecido a través de una nueva ley en la que se prohíbe llamar «champagne» al champán que no se produzca en suelo ruso. Para Vladimir Putin, debe llamarse «vino espumoso».
Un verdadero golpe en el hígado para el grupo francés Moët Hennessy, autor de las reconocidas marcas de champán como Moët et Chandon, Veuve Cliquot y Dom Perignon, cuyas exportaciones a Rusia han tenido que suspenderse hasta que se halle una solución. Hasta ahora, el grupo francés parece querer adaptarse a la nueva legislación y renunciar a la palabra«champagne» en alfabeto cirílico («shampanskoe») para utilizar únicamente la denominación de «vino espumoso» en sus etiquetas. Un movimiento comercial meramente pragmático que le permitiría seguir liderando un mercado que reporta 35 millones de euros anuales por la venta de 1,8 millones de botellas, según cifras del Comité
Champagne en 2020. El champán francés podría igualmente utilizar el nombre «champagne» en alfabeto latino, pero esto no ayudaría a las ventas en el mercado ruso, ya que sus consumidores no tienen la más mínima costumbre de leer en francés una etiqueta comercial. Si bien el grupo Moët Hennessy ha reaccionado con astucia comercial y promete que sus exportaciones a Rusia se reanudarán muy pronto, el Comité Champagne, que reúne a todos los viñedos y casas de champán de Francia y se erige como verdadero guardián nacional de la bebida francesa, la reacción es de estupor. «Privar a la gente de Champagne del derecho a usar el nombre es escandaloso. Es nuestra herencia común y la niña de nuestros ojos», reaccionan los dos co presidentes del Comité Champagne, Maxime Toubart y Jean-Marie Barillère, llamando a los productores a cesar la exportación a Rusia hasta nuevo aviso.
Consideran que se trata de «una ley inaceptable» y han hecho una llamada al Ministerio de Exteriores de Francia y a la diplomacia europea para obtener la modificación del texto. Los profesionales del champán afirman que «estas regulaciones no brindan a los consumidores rusos información clara y transparente sobre el origen y las características de los vinos».
Ayer, el Gobierno francés recalcó que el champán solo se produce en Champaña. «La posición de Francia es muy clara: la palabra champán viene de esa región francesa donde se produce y que tiene una denominación de origen», afirmó el ministro galo de Agricultura, Julien Denormandie. «Hace mucho que estamos trabajando con los rusos en esto y seguiremos haciéndolo», añadió el titular francés.
Sin embargo, puede haber también un trasfondo político. Si bien es cierto que la diferencia entre «vino espumoso» y «champagne» puede ser interpretada por los productores como un insulto, hay que recordar que los clientes de Moët et Chandon están suficientemente informados como para saber que estarán tomando champán francés, aunque la etiqueta no lo diga. En Francia, no se puede llamar «champagne» a una bebida espumosa cualquiera. Para merecer ese nombre, es necesario cumplir con el procedimiento legal de producción exigido por la Denominación de Origen Controlada en Champaña.
El Comité Champagne, que reúne a todos los productores, llama a cesar todas las exportaciones a Rusia hasta nuevo aviso