ADA COLAU NO ESTÁ POR ENCIMA DE LA LEY
NiNi dos tercios ni tres cuartos; ni la santa o sibilina voluntad de Ada Colau ni la de su Ayuntamiento; la ley debe cumplirse. Así de tajante ha sido el Tribunal Supremo en la sentencia por la que desestima el recurso del gobierno municipal de la Ciudad Condal, que había recurrido una primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por la que debía cumplir con la ley y situar en lugar preferente la efigie del Rey. En julio de 2015, el Ayuntamiento de Barcelona ordenó en «un proceso de revisión de la simbología e iconografía monárquica» la retirada del busto del Rey Juan Carlos, momento que recoge la imagen, a sabiendas o no, de que la decisión era contraria al ordenamiento jurídico. Ada Colau, es alcaldesa, y ha pretendido ser más de lo que su cargo le concede, a ella y a su equipo de gobierno. Y es que ya se lo advirtió el por entonces concejal del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, Fernández, «se está incumpliendo la ley» y puso en lugar del busto un cuadro con una fotografía de Felipe VI para remediarlo. Precisamente lo que ordena la sentencia el Alto Tribunal que se cumpla, que la imagen del Rey debe estar presente y en lugar preferente en el Salón de Plenos. Y es que el Ayuntamiento de Barcelona no es un órgano independiente, ni puede campar por sus respetos. Forma parte de la organización territorial del Estado. Colau podrá organizar su «chiringuito» como más gusto le dé, podrá organizarse municipalmente como quiera, emitir todos los bandos y ahogar en impuestos, verdes, amarillos y morados a cuantos barceloneses tenga bajo su pie, pero no está por encima de la ley.