«NO SE PUEDE ESTIGMATIZAR A CANTABRIA. LA PANDEMIA SON RACHAS. IGUALES EN TODA ESPAÑA»
EscarmentadosEscarmentados nos quiere Dios, señor presidente del gobierno autónomo de Cantabria, antiguo balcón de Castilla, donde la montaña es un jardín y las montañesas las flores. Pues sí, aunque usted se regodeara no hace tanto tiempo con las desgracias víricas de Madrid, «esa bomba a punto de estallar», como si la desindustrialización fuera culpa de las buenas gentes del Foro, lo cierto es que la pandemia va por rachas, afecta igual a todas las regiones y nadie con dos dedos de frente es capaz de asegurar que el coronavirus no vaya a darnos otro susto, incluso, mañana mismo, o a la vuelta del verano, cuando baja la radiación solar y se desploman las temperaturas. No se olvide de que cada vez que Pedro Sánchez se nos pone optimista, la señora Carolina Darias acaba por tener que repasar el menú de restricciones. Por lo menos, las vacunas funcionan razonablemente bien y la campaña de inmunización empieza a llegar a los más jóvenes, –por lo menos, en Madrid, ya se va a inocular a los mayores de 16 años–, que, cosas de la edad y del revuelto de hormonas, están protagonizando esta quinta ola, entre abrazos, besos y celebraciones multitudinarias. Afortunadamente su organismo responde mucho mejor a la infección que los que nos encontramos arriba en la pirámide, pero cruce usted los dedos, porque lo mismo sale otra variante india, peruana, británica o sueca y volvemos a la rueda. Menos mal que todos vamos aprendiendo a fuerza de golpes y va quedando atrás ese «Madrid es muy malo» que fue el leit motiv de muchos dirigentes autonómicos durante los peores momentos de la pandemia, pero que, tenga la seguridad, no ha hecho la menor mella en los madrileños del común, que seguirán visitando su hermosa tierra a poco que la vida nos de una tregua. Estímulos no nos faltan. No hay más que ver cómo todas las consejerías de turismo autonómicas, incluso la catalana, se anuncian en Telemadrid, con unos spots de tal calidad y belleza que uno, que tiene familia en Arenas de Iguña, creería que son cosas de otros mundos.