Calviño pide «sensatez» ante el alza del SMI
Advierte a Díaz: «La prioridad es el empleo y persisten las incertidumbres». Retrasa la subida al año que viene
¿Recuerdan la mirada al cielo de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, cuando su compañera de Trabajo, Yolanda Díaz, se emperraba en el pleno del Congreso en comprometer su palabra para subir de nuevo el Salario Mínimo Interprofesional por encima de los 950 euros antes de que acabe el año? El gesto no pasó inadvertido porque dibujaba una historia de desencuentros que ayer vivió un nuevo episodio. El SMI (y la contrarreforma laboral) tienen la culpa.
Mientras las ministras de Podemos insisten en que hay que subirlo de inmediato –a más tardar después del verano–, la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, defendió ayer de nuevo que hay que esperar a «ver cómo evoluciona el empleo y la economía durante esta segunda parte del año» para que el Gobierno decida si sube o no el SMI. Esta afirmación llevaría implícito que la subida se retrasaría por lo menos hasta enero de 2022.
Así lo indicó Calviño durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada por esta cuestión sobre la que existen posturas diferentes –más bien divergentes– entre los miembros del Gobierno sobre la fecha en la que será posible esa subida. Todo el Ejecutivo está de acuerdo en el fondo, pero no en la forma ni en el tiempo. «El Gobierno está comprometido con la subida del SMI y lo hemos demostrado con hechos», con un incremento de cerca del 30% en los últimos años, y con perspectiva de alcanzar el objetivo de que el SMI se sitúe en el 60% del salario medio.
Sin embargo, la ministra de Economía advirtió de que «en este momento la situación sigue marcada por incertidumbre y nuestro objetivo tiene que ser impulsar la creación de empleo y reincorporar los 450.000 trabajadores cubiertos por ERTE. Espero que cuanto antes podamos retomar la senda de subida que teníamos antes de la pandemia», reiteró Calviño, que indicó que las decisiones hay que tomarlas con «responsabilidad», pensando en el impulso al crecimiento económico y al empleo.
La vicepresidenta segunda subrayó que «nuestra prioridad es que se reincorporen cuanto antes» por lo que, para decidir por el SMI, primero «vamos a ver cómo evoluciona el empleo durante esta segunda parte del año y espero que cuanto antes podamos retomar esa senda de subida del SMI». Asimismo, destacó que la orientación del Ejecutivo respecto al SMI está representada «por dos palabras: compromiso y responsabilidad». En este sentido, declaró que el compromiso del Gobierno es «indudable» tras la «mejora de las condiciones laborales de nuestro país con un conjunto de medidas en tres años encaminadas a reducir la precariedad del empleo y subir los salarios».
Mientras, Díaz y los sindicatos presionan para que la subida del SMI llegue antes de que acabe el año al margen de la evolución del mercado laboral. Tanto UGT como CC OO han advertido de que lanzarán movilizaciones si no se cumplen sus demandas, secundadas por el «ala morada» del Ejecutivo, que públicamente presiona al presidente Sánchez.