Cierre del ocio nocturno para frenar la quinta ola
Cataluña da marcha atrás: los locales interiores bajarán la persiana el viernes y los test serán obligatorios en festivales
Marcha atrás en la reapertura en pleno verano en Cataluña: todos los locales de ocio nocturno interiores deberán cerrar a partir de este viernes y como mínimo durante 15 días. Una decisión que tomó ayer la Generalitat para tratar de frenar una quinta ola que avanza descontrolada, con los contagios disparados entre los más jóvenes a raíz del fin del periodo educativo, la vuelta a la normalidad y la verbena de Sant Joan, entre otros factores.
Así, deberán cerrar los locales interiores y podrán permanecer abiertos aquellos espacios exteriores o carpas al aire libre con margen hasta las 3 horas de la madrugada, media hora menos que actualmente.
Y es que el Ejecutivo preparó ayer un paquete de nuevas medidas a través del Procicat –el comité técnico que gestiona la pandemia– tras semanas de contagios al alza, con una propagación del virus en máximos históricos y una incidencia acumulada en la población que no se había visto desde octubre de 2020. «El ritmo de vacunación es muy bueno, pero el de contagios es muy malo», resumió la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, en rueda de prensa tras la reunión semanal de Ejecutivo de Pere Aragonès.
De las nuevas restricciones se salvan a medias los festivales de música, muy populares en verano. A partir de ahora, para participar en actividades de cualquier naturaleza que reúna a más de 500 personas se requerirá un test de antígenos o un test PCR con una vigencia de 12 horas o el documento de vacunación que corrobore la pauta completa.
El cierre del ocio nocturno se produce solo dos semanas después de que la Generalitat permitiera reabrir, el pasado 21 de junio, junio, a las puertas de la verbena, y cuando algunos locales ya habían decidido en los últimos días cerrar ante la imposibilidad de garantizar las medidas anti-coronavirus. El sector estalló ayer contra las nuevas restricciones y criticó con dureza las medidas.
Ante el alto ritmo de propagación de la nueva variante del Covid-19, la Delta (india), y la relajación de medidas que se han aprobado, la Generalitat trasladará al Gobierno la necesidad de recuperar la «obligatoriedad» del uso de la mascarilla, al ser una competencia estatal.
«Hay medidas que queremos tomar y no podemos, porque no somos autoridad competente. La mascarilla debería volver a ser un elemento obligatorio, pero es el Gobierno quién puede modificar su uso», apuntó Plaja, que recomendó a los catalanes que la utilicen siempre con personas que no sean de la propia burbuja y en interiores y exteriores.
Lo cierto es que el freno en la reapertura llega con una quinta ola desbocada y batiendo todos los récords negativos de la pandemia, con una incidencia a niveles de octubre de 2020 y una propagación del virus que no se había registrado ni en la primera ola. Cataluña registró ayer 5.916 casos y tres muertes en las últimas 24 horas. La velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) sube a 3,30 y el porcentaje de positividad de los test de antígenos y PCR se sitúa en 14,92%, mientras que la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 401,51 por cada 100.000 habitantes y la media de edad de los casos confirmados es de 26,53 años. La Atención Primaria sigue saturada por el alud de peticiones de pruebas y en los hospitales ya se nota la quinta ola de contagios provocada por la mayor actividad social y el auge de la variante delta: este martes había 575 personas hospitalizadas, 31 más que el día anterior. 133 están graves en la UCI, doce más que la víspera.