Luces largas
El presidente Pedro Sánchez ha remodelado en profundidad el Gobierno para tomar el necesario impulso político y repuntar electoralmente, en un momento en que las encuestas señalan a un claro liderazgo del PP. Pero debemos poner luces largas. Quedan 30 meses hasta agotar la legislatura y encontrarnos nuevos paradigmas en la política española.
Una vez concedidos los indultos a los políticos catalanes encarcelados por los graves hechos delictivos acaecidos en el otoño de 2017 y aprobadas tres medidas legislativas para contentar al sector más izquierdista del gobierno (Ley Trans, Ley de Libertad Sexual, Ley de Seguridad Nacional), el PSOE se rearma en el gobierno para gestionar miles de millones de euros y buscar un revulsivo tras el batacazo electoral en la Comunidad de Madrid, con la contundente victoria de la popular Isabel Díaz Ayuso.
Cambiar el gobierno es una decisión asumida personalmente por el presidente, y cuando están a punto de llegar los fondos de recuperación europea a través del programa NextGenerationEU, el mayor instrumento de estímulo económico jamás financiado por la Unión Europea, en respuesta a la crisis sin precedentes causada por el coronavirus. Hasta ocho ministerios se han visto afectados por lo cambios. Podemos mantiene su cuota de poder y a sus ministros, lo que demuestra la extrema debilidad de la organización, una vez Iglesias ha desaparecido, y sólo la ministra Yolanda Díaz mantiene un perfil notable. Nadia Calviño asume la vicepresidencia primera y especialmente significativo es el del núcleo duro de la Moncloa, con la salida del outsider Iván Redondo, tras la desastrosa gestión de la llamada «Operación Murcia», y la llegada de dos hombres fuertes del partido, Félix Bolaños –asesor jurídico de Sánchez y el que diseñó el operativo de la exhumación de Franco– y Óscar López, que no olvidemos fue el secretario de Organización con Rubalcaba. El PSOE se refuerza para afrontar con garantía de éxito el envite electoral del 2023.
La propaganda permanente que envuelve al inquilino de la Moncloa, nos machacará incesantemente con sus mantras habituales, cuyas novedades tras la crisis del gobierno son que la edad media del nuevo Consejo de Ministros pasa de 55 a 50 años y el porcentaje de mujeres, será del 63%. El gobierno más joven, eficaz y feminista de la historia, será el nuevo relato que las terminales mediáticas gubernamentales insistirán ante la gestión del maná europeo.
Descontado el éxito propagandístico de disponer de los fondos y el reforzamiento interno del partido socialista, empezará la operación de ampliar la base del votante socialista, con la incorporación a medio plazo de Errejón, el líder de Más País, que obtiene unos resultados óptimos de la mano del CIS de Tezanos, y una valoración por encima de Pedro Sánchez – más de tres puntos– y muy por encima de Belarra, la nueva líder de Podemos. Errejón, las confluencias valencianas y gallegas y los verdes ecologistas de diverso pelaje, serán el objeto de deseo de Sánchez. Más luces largas.
Los indultos, el reforzamiento de los socialistas catalanes en el nuevo ejecutivo, la influencia de Illa desde Barcelona, el cambio de estilo de los dirigentes de ERC (saludo cordial con el Rey incluido), las divisiones en el partido de Puigdemont y la llamada mesa de diálogo (que será mera propaganda); conseguirán mantener una relativa tranquilidad, de dos años, en el viejo principado.
Y el llamado problema catalán, se pospone. Los líderes separatistas han constatado que la vía unilateral no cuenta, de momento, con apoyos europeos ni mediáticos suficientes y que el hastío al llamado «procés separatista» es mayoritario entre los catalanes. Han puesto luces largas y afilan la guadaña confiando en la victoria de Casado. Porque contra el PP todo vale.
El PSOE de Pedro Sánchez se refuerza para afrontar con garantías de éxito el envite electoral del próximo 2023
El gobierno más joven y feminista será el relato que las terminales mediáticas insistirán ante las gestión del maná europeo