La Razón (Cataluña)

Sánchez, el no amado

- Tomás Gómez

Pedro Sánchez intenta volver a empezar de cero sacrifican­do a su equipo de confianza. Se ha dado cuenta de que su futuro depende de sí mismo y que, a pesar de las encuestas, el PP sigue sin encontrar su hueco. Sánchez se ha agarrado a una operación de cirugía muy invasiva que evidencia varias circunstan­cias tanto personales como políticas. La remodelaci­ón de Gobierno que ha ejecutado pone de manifiesto un carácter frío y pragmático, pero también la necesidad de hacer algo ante el peor momento político que ha vivido desde que llegó a Moncloa.

No se trata solo de las encuestas ni de la salida de Iglesias que ha dejado al gobierno sin un punching que ofrecer a la oposición. Más bien, es una serie de errores estratégic­os en cadena que han ido sumiendo a Sánchez en el descrédito. Zafándose de Redondo, Calvo y Ábalos, Sánchez envuelve en un paquete todos sus males para librarse de los errores. Lo que no quiere ver es que liderar significa ser responsabl­e tanto de los aciertos como de los fallos.

A Sánchez le preocupa tener el control total y absoluto del partido. Primero se ocupó de cercenar el poder de los barones territoria­les que se han convertido en delegados de Ferraz. Sin embargo, el peso autonómico dentro del PSOE ha sido sustituido por otros dos poderes autónomos: la calle Ferraz y Moncloa, esto es, Ábalos, Lastra y Redondo. Ya no habrá enfrentami­ento entre Ferraz y Moncloa, porque ha decapitado a unos y otros. Sánchez no quiere pequeños ejércitos a su alrededor, solo quiere uno en torno a un único caudillo.

Maquiavelo reflexionó sobre si la mejor manera que tenía un Principe para mantener el poder en su dominio, era «ser amado o ser temido» por sus súbditos, para llegar a la conclusión de que era más efectivo lo segundo. Sánchez ha llegado a la misma convicción, pero más que temido es no amado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain