El independentismo desdeña los cambios de Sánchez: «Que se organicen como quieran»
Aragonès insiste en la amnistía y la autodeterminación y JxCat cuestiona de nuevo la mesa de diálogo
El independentismo ha tardado apenas 24 horas en desdeñar públicamente los cambios en el Gobierno de Pedro Sánchez y en dejar claro que no son de su incumbencia pese a la estrategia de diálogo abierta con la Moncloa. «Que se organicen como quieran, pero que traigan una propuesta a la mesa de diálogo» en septiembre, advirtió este domingo el president Pere Aragonès (ERC) tras visitar el Hospital Universitari de Bellvitge en plena quinta ola de la pandemia.
«Lo importante no es el quién, sino el qué» ante la «resolución del conflicto político con Cataluña, de inversiones, de relaciones habituales entre los dos gobiernos y de lucha contra la Covid19», remachó Aragonès insistiendo en sus reivindicaciones al Estado y subrayando las líneas rojas del independentismo para esta nueva etapa política que se avecina.
«Lo que esperamos es que la comisión bilateral Estado-Generalitat prevista para finales de este mes de julio pueda avanzar en lo que es el ámbito de inversiones y de conflictos sectoriales que están abiertos, y también que en el mes de septiembre, en la mesa de negociación, se organicen como quieran pero que traigan una propuesta para la resolución del conflicto político del mismo modo que nosotros llevaremos la propuesta basada en la amnistía y el ejercicio de la autodeterminación», advirtió el president.
A lo que se refiere el republicano es a los dos compromisos que logró arrancar de su reunión con Pedro Sánchez hace dos semanas en la Moncloa: reactivar la comisión bilateral entre Cataluña y el Gobierno para finales de mes después de tres años en barbecho –la última vez que se citó fue en verano de 2018- para tratar asuntos de gestión, inversiones y traspasos pendientes; y dejar la citada mesa de diálogo únicamente para abordar el «conflicto político» la semana del 13 de septiemGana bre y en la que el independentismo irá con sus dos exigencias: ley de amnistía y consulta.
Los mensajes de JxCat, socio de Esquerra en el Govern de Aragonès, son aún más claros en la dirección de desdeñar públicamente los cambios acometidos en la Moncloa y el papel del nuevo Gobierno en la cuestión catalana. Y fue la presidenta del Parlament, Laura Borràs, quien puso voz a sus suspicacias y al calificar la crisis como «una remodelación que ofrece pocas posibilidades posibilidades de pensar que haya una voluntad de resolver el conflicto político». Además, ha tildado de «espejismo» la labor realizada por Miquel Iceta como ministro de Política Territorial y Función Pública, ahora nuevo titular de Cultura y Deporte.
Y es que desde las filas posconvergentes aceptan la mesa de diálogo como parte del pacto con ERC, aunque recelan de su finalidad y repiten sus dudas sobre un foro de Esquerra pactado con el Gobierno en el momento de la investidura de Sánchez. Para muestra, las palabras de Míriam Nogueras, líder de JxCat en el Congreso, en una entrevista a «El Nacional»: «Nosotros somos un partido, que se llama Junts y no Esquerra, y tenemos nuestra propia visión de los hechos. Y creo que tenemos todo el derecho, y el deber, de expresar lo que pensamos de esta estrategia […] Mi pregunta es cómo se alarga dos años algo que no tiene recorrido. Lo que no podemos hacer es tomar el pelo a la gente».
El primer encuentro del Govern con el nuevo Gobierno será en la comisión bilateral prevista para este mes