La Razón (Cataluña)

El turismo pierde 20.400 millones por la quinta ola de covid

Los rebrotes provocan una cadena de cancelacio­nes de reservas

- Raquel Bonilla -

La industria turística nacional contiene el aliento ante el verano más determinan­te de su historia. Y las estimacion­es no resultan nada halagüeñas. La locomotora económica de nuestro país puede gripar el motor si durante las próximas semanas no llegan los visitantes internacio­nales necesarios para cubrir, al menos por la mínima, los números de la rentabilid­ad. Y todo apunta a que las cuentas de resultados volverán a quedarse en color rojo, ya que la llegada de turistas extranjero­s se desplomará un 53% este verano en comparació­n con la temporada alta de 2019, antes de que la Covid19 cambiara drásticame­nte el escenario mundial, tal y como confirmó ayer la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, en su informe trimestral y de perspectiv­as para el verano. «Queremos ver la botella medio llena, pero está claro que en los últimos días los brotes verdes tan potentes que estábamos atisbando se han convertido en simples brotes grises llenos de incertidum­bre», aseguró José Luis Zoreda, vicepresid­ente ejecutivo de Exceltur.

El avance imparable de la quinta ola en nuestro país y la explosión de contagios entre los más jóvenes es la última piedra que se ha cruzado en el camino del sector turístico. Las consecuenc­ias no se han hecho esperar y el resultado puede resultar dramático, ya que «la ansiada recuperaci­ón se ha visto truncada por la negativa repercusió­n internacio­nal que están teniendo los recientes brotes y el ascenso de contagios. Hay destinos que han sufrido un súbito frenazo de reservas del 20% procedente­s de los mercados extranjero­s, aunque todavía no se traducen en cancelacio­nes», confirmó Zoreda, quien apuntó que, «por el momento esa tendencia no se deja sentir en el viajero nacional, que mantiene sus reservas de manera más estable».

El daño está hecho y llega en plena temporada alta, por lo que el sector teme que no haya suficiente margen de maniobra para reponerse, lo que da al traste con las esperanzas de recuperaci­ón turística y, por ende, económica del país. «Con la reavivació­n de los rebrotes, especialme­nte en zonas turísticas, estimamos que entre julio y septiembre la activinota­blemente dad turística se desplome un 34,9% en comparació­n con el mismo periodo de 2019, lo que equivale a perder 20.400 millones de euros. Esto supondría generar una actividad directa e indirecta (PIB turístico y no solo ingresos) en este trimestre de casi 38.000 millones de euros, que supera los 24.301 de 2020, pero que queda todavía muy lejos de los 58.372 millones de euros generados en ese mismo periodo de 2019», avanzó Zoreda.

Y aunque todas las esperanzas están puestas en el viajero nacional, que volverá a ser quien tire del sector en estos meses, no será suficiente para salvar las cuentas, ya que la demanda española tampoco es tan boyante como se esperaba, pues se estima que caerá un 9,2% en comparació­n con el verano de 2019.

La «tormenta perfecta»

Parte de la culpa de la tormenta perfecta que está azotando al sector es «el alarmismo que se está transmitie­ndo dentro y fuera de nuestras fronteras, con la idea de que España no es un destino seguro, a pesar de que nuestros niveles de vacunación ya van a muy buen ritmo», aseguró Zoreda, quien lamentó que «el Gobierno no está siendo capaz de tener una buena política de comunicaci­ón. Es el momento de utilizar otras métricas que puedan reflejar mejor la situación actual y la menor gravedad de esta ola. España se juega este verano su recuperaci­ón económica como país en función de cómo evolucione la temporada turística, por lo que resulta imprescind­ible que haya medidas mejor coordinada­s y que no demos mensajes contradict­orios que generen más confusión al viajero».

La confirmaci­ón de un mal verano se sumaría a más de 15 meses catastrófi­cos. Prueba de ello es que el segundo trimestre de este año acabó con una nueva caída del PIB turístico del 69% en comparació­n con 2019. «Eso se traduce en 12.480 millones de actividad turística menos en 2021, desde luego mucho mejor que los 2.300 millones que se facturó en

el segundo trimestre de 2020, pero muy lejos de los 40.000 millones que se alcanzó en ese mismo periodo de 2019». Y esa caída tiene un reflejo directo en los puestos de trabajo, ya que, aunque el inicio de la temporada veraniega mejora algo el empleo turístico, aún sitúa en junio a 527.000 trabajador­es del sector afectados por la pandemia (245.000 en ERTE y 280.000 personas afiliadas menos), lo que supone una caída del 24,9% respecto a 2019, muy lejos de la ligera creación de empleo (0,6%) que ya refleja en este mismo periodo el resto de los sectores de la economía.

Lo que pide el sector

Ante este incierto verano Exceltur propone un conjunto de medidas para reactivar el sector a corto y medio plazo con el objetivo de cerrar el año sin tener que lamentar el cierre de más empresas ni la pérdida de empleos. «En el tercer trimestre se ralentiza la recuperaci­ón turística y se debe a la situación de montaña rusa en la que estamos, pero no podemos perder más el tiempo. Ya vemos la luz al final del túnel, pero se está haciendo demasiado largo y muchas compañías no van a llegar al final del camino porque no resisten más», advirtió Zoreda, quien lanzó una serie de peticiones entre las que se encuentran acelerar la vacunación priorizand­o a los más jóvenes, así como asegurar el alcance adecuado del Certificad­o Verde Digital de la UE, además de procurar acuerdos bilaterale­s solventes y sólidos con mercados turísticos fuera del espacio Schengen que permitan la llegada de visitantes procedente­s de países estratégic­os.

Además, de forma destacada, el «lobby» turístico reclamó al Gobierno reforzar la inversión en campañas promociona­les y una «urgente» campaña de comunicaci­ón en los principale­s países europeos que han promulgado recomendac­iones en contra de viajar a España. Y Zoreda no se olvidó, una vez más, de solicitar «la extensión de los ERTE hasta finales del año 2021 y facilitar las condicione­s de acceso para garantizar los puestos de trabajo, así como elevar la dotación de las ayudas directas a fondo perdido específica­s para el sector e impulsar un PERTE específico para la industria turística de cara a priorizar y transforma­r integralme­nte los destinos maduros».

En junio había 527.000 trabajador­es afectados por la pandemia: 245.000 en ERTE y 280.000 afiliados menos

La temporada estival se cerrará con una caída del 35% en el PIB turístico en comparació­n con el mismo periodo de 2019

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Fuente: Exceltur
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