Europa fija para 2035 el fin de los coches de gasolina y diésel
Bruselas quiere una tasa al carbono para las importaciones de países más contaminantes
La Comisión Europea propuso ayer que a partir de 2035 tan solo puedan comercializarse coches y furgonetas eléctricos en los Veintisiete. Fuentes diplomáticas aseguran que no se trata de una prohibición como tal, pero los fabricantes de coches deberán demostrar que los vehículos que ponen a la venta no emiten dióxido de carbono y, a no ser que para esa fecha exista una tecnología de combustión revolucionaria que permita esto, todos los coches nuevos deberán ser eléctricos, lo que también deja fuera a los vehículos híbridos, a los que Bruselas considera una tecnología de transición. Esta medida no incluye a los vehículos de dos ruedas ni a los pesados, que cuentan con una legislación específica.
Bruselas calcula que será necesario invertir 15.000 millones de euros en la próxima década entre el sector público y privado para incrementar los puntos de recarga y confía en que los precios de los vehículos bajen gracias al impulso que este paquete dará a la industria. Hoy, tan solo existen 226.000 puntos de recarga en la UE y el 70% están concentrados en Holanda, Francia y Alemania. La propuesta de Bruselas prevé un punto de recarga fijo cada 60 kilómetros y cada 150 para el repostaje de hidrógeno.
Esta iniciativa forma parte de un ambicioso paquete que pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 55% respecto a 1990 (hasta ahora esta meta era del 40%), con el objetivo de que la UE se convierta en un territorio libre de emisiones de gases de efecto invernadero en 2050.
En algunos aspectos, este paquete legislativo refuerza iniciativas vigentes como el sistema de emisiones o los umbrales de energías renovables y eficiencia energética, aunque también propone iniciativas como la nueva tasa al carbono que pretende penalizar las importaciones de los países con legislaciones climáticas más laxas. Una propuesta que no gusta a China, Rusia y EE UU y que puede desatar nuevas guerras comerciales.