El independentismo reivindica a Beethoven como catalán
El Institut de Nova Història «nacionaliza» al músico por una abuela del Maresme
El independentismo se ha caracterizado en los últimos años por revisionar la historia a su parecer. Con la creación del Institut de Nova Història (INH), una organización encargada de «descubrir» que una gran parte de los grandes personajes de la historia eran catalanes, el movimiento ha tratado de escribir nuevas páginas que en ocasiones sorprenden a un gran número de personas.
Financiada con dinero público y defendida por políticos secesionistas como Jordi Pujol o Josep Lluís Carod Rovira, la entidad goza de gran simpatía por parte de un sector del movimiento. ERC, incluso, llegó a conceder al INH el Premio Nacional President Lluís Companys, lo que no gustó a un sector de los historiadores. Incluso dentro del actual gobierno catalán, su vicepresidente Jordi Puigneró, se ha declarado gran seguidor de la entidad.
La última afirmación que ha levantado ampollas en el mundo de los historiadores y de la música ha sido la afirmación de que por las venas de Ludwig van Beethoven, uno de los compositores más grandes de la historia de la música, corría sangre catalana. Además, el estudio por el que se afirma esto defiende que el músico defendió la causa pro catalana en la guerra de sucesión de 1701.
Para llegar a esta conclusión Jordi Cos, músico y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès, una de las orquestas con mayor reputación en Cataluña, hace alusión a que la abuela del compositor, Maria Josepa Polls, huyó de Cataluña por la Guerra, hecho que marcó a Beethoven.
Para Cos, en Egmont , obra de Goethe por la cual Beethoven recibió el encargo de componer la música, no solamente lo hizo por admiración al autor si no para denunciar la «dominación española» por el recuerdo de su abuela catalana. En la obra un noble de los países bajos se acaba rebelando contra el Duque de Alba, gobernador español, que es ejecutado, hecho por el cual, según Cos, Beethoven quiso componer la música.
Así, para tratar de defender su teoría, Cos también habla de su única ópera, Fidelio, donde en la acción se encuentra en Sevilla y, con personajes buenos y malos, al final aparece el ministro, Don Fernando, que siendo español anuncia el final de la tiranía. Para el músico, esto es otro claro indicio del anti españolismo de Beethoven que no se ha conseguido documentar en otros escritos.
Frida Knight, una enfermera británica que luchó en la Guerra Civil por la República, escribió una de las obras más importantes del compositor. En todo el escrito no se hace ninguna referencia a esta supuesta aversión hacia España, donde no hay ni una mención a Cataluña, en contraposición a la teoría de Cos.
Expertos musicales consultados por este medio afirman que «Beethoven denunciaba la opresión, pero no hay ningún indicio de que esto se refiriese a España». Para estos, el músico «defendió siempre las ideas liberales e incluso se posicionó contra el imperialismo» pero sin referencias explícitas a Cataluña como defiende el INH.
Esta no es la primera ocasión en la que el movimiento trata de apropiarse de algunos de los personajes más ilustres de todos los tiempos. En los últimos años se ha llegado a afirmar que Leonardo Da Vinci o Miguel de Cervantes fueron catalanes, pero una gran conspiración castellana trató de borrar todo rastro y apropiárselos. Cristóbal Colón también ha figurado en la lista, inluso antes del procès.