Los Cercanías se suben al tren de los fondos de la UE
Adif destinará 1.476 millones de euros de esta ayuda a actualizar antes de que acabe 2026 el 25% de esta red, 770 kilómetros
No hay servicio ferroviario más utilizado y al mismo tiempo peor tratado en los últimos años como el de Cercanías. Los trenes que transportan a diario a sus centros de trabajo o de estudio a 253,4 millones de madrileños (datos de Renfe de 2019) o 128,5 millones de catalanes han sido presa del olvido durante décadas. Los esfuerzos de todos los gobiernos en materia de ferrocarril, fueran del color que fueran, han estado centrados en desarrollar la red de AVE, en la que se han invertido alrededor de 55.000 millones de euros. Mientras tanto, el mantenimiento de los Cercanías languidecía y los incidentes se multiplicaban -un 60% más sólo en los últimos cinco años en el caso de Madrid, según ha denunciado CC OO-.
Pero el momento de los Cercanías parece que ha llegado. Lo anunció el entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Luis Ábalos, cuando en enero de 2020 dio a conocer el cambio de nombre del departamento. Una novedad que, dijo, obedecía al nuevo paradigma que quería que caracterizase sus actuaciones, haciendo más hincapié en la conservación y no tanto en la nueva construcción de infraestructuras. Y lo confirmó unos días después en el caso del ferrocarril, cuando aseguró que iban a realizar «una reorientación absoluta» en la inversión para poner en el centro la renovación del ferrocarril convencional.
Y el Gobierno está dispuesto a usar los fondos europeos para dar un gran empujón a este cambio de estrategia. De los 140.000 millones de euros aprobados en esta ayuda para España, 6.200 millones se dedicarán a inversiones en ferrocarril. A Adif y Adif Alta Velocidad
le van a corresponder 5.874 millones. Gran parte de este dinero se dedicará a mejoras y a la modernización de la red convencional. Concretamente, 1.476 millones se destinarán a la red de Cercanías, según las previsiones trasladas por el gestor de las infraestructuras ferroviarias a los representantes sindicales y que recoge su plan estratégico de la compañía. Con ese dinero, Adif pretende acometer la renovación de 770 kilómetros de la red de Cercanías, el 25% de la red.
Aunque más que un objetivo, esos 770 kilómetros son una obligación para Adif. A diferencia de lo que ocurre con otros fondos europeos, el plan aprobado por Bruselas para estimular la economía del continente tras el coronavirus liga la liberación del dinero a la consecución de objetivos. En este caso, se trabaja en base a unos gastos estimados que deben ser justificados ante la Comisión Europea y que se pagarán en función del cumplimiento de una serie de hitos. En el caso de los fondos para Cercanías, se establece que los contratos adjudicados antes de diciembre de 2023 deben alcanzar los 1.476 millones presupuestados, que se hayan mejorado al menos 220 kilómetros de esas líneas en tal fecha y que la cantidad alcance los 770 kilómetros en diciembre de 2026. En caso de que los fondos no estén asignados antes de que acabe 2023, se perderían en beneficio de otros proyectos puesto que la UE quiere que el dinero no se quede estancado y sirva para empujar la economía.
Atendiendo al cambio de estrategia esbozado por Ábalos, los Presupuestos de este año ya recogían una inversión de 1.828 millones de euros para mejorar la red convencional, si bien no se desglosaba el importe que se iba a destinar a Cercanías.
Antes de que acabe 2023, los fondos deben estar adjudicados y 220 kilómetros de estas líneas ya mejorados