El coronavirus comienza a dar una tregua entre los jóvenes
La incidencia entre los menores de 50 años, que ha arrastrado a Cataluña a la quinta ola, encadena ya tres días de bajada
Cataluña podría empezar a albergar algo de optimismo tras el duro golpe de la quinta ola, que ha convertido a la autonomía en uno de los territorios con más Covid de Europa. Por tercer día consecutivo, la incidencia acumulada a siete días ha bajado entre los menores de 50 años, que era el grupo de población que mayores tasas de contagios estaba registrando porque todavía está en fase de vacunación: tras alcanzar un pico el día 12 de julio de 908 casos por cada 100.000 habitantes, el 14 de julio (último día del que hay datos) ya estaba en 862.
Este descenso ha venido empujado, sobre todo, por la franja de entre 20 y 29 años, que había registrado una incidencia muy elevada: tras llegar a los 1.805 casos el 8 de julio, ha bajado hasta 1.595 el 14 de julio. Algún estudio (como el del experto Àlex Arenas) ya había anticipado una bajada de los casos durante estos días porque el virus se estaba quedando sin demasiado margen de circulación por el alto número de infecciones que se habían registrado ya entre los jóvenes: es decir, Cataluña se estaría acercando a la inmunidad de rebaño, aunque todavía queda trecho.
La vacunación sigue avanzando, pero con pauta completa hay un 51,1% de toda la población. Todavía falta por vacunar a la otra mitad de los catalanes. Y, la nueva variante Delta originada en la India ha demostrado su mayor capacidad de infección, que permite contagiar con mucha velocidad a todas aquellas personas que no están vacunadas, pero también a algunos de los que ya están vacunados. Con la primera dosis ya hay un 60,5% de la población.
No obstante, y a pesar de que ya empiezan a bajar los contagios, todavía hay mucha circulación del virus: en las últimas 24 horas se han notificado 4.648 casos, casos, menos que el domingo pasado, cuando se notificaron 6.157 (de esta manera se puede establecer una mejor comparativa). La autonomía registró el lunes un pico de contagios diarios, al alcanzar 9.246 (nunca en toda la pandemia se había llegado a esta cifra) y, desde entonces, ha ido bajando.
La velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) baja a 1,21 y el porcentaje de positividad de los test de antígenos y PCR ha subido ligeramente y se sitúa en 20,32% (24 horas antes estaba en 20,18%), mientras que la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 1.165 por cada 100.000 habitantes (24 horas antes estaba en 1.142) y la media de edad de los casos confirmados es de 30,09 años.
Esta alta circulación del virus se está traduciendo en un incremento de la presión hospitalaria. En cuanto a los pacientes ingresados actualmente, la cifra se sitúa en 1.545, que son 118 más que en el último recuento. Un total de 297 pacientes se encuentran ingresados en UCI de centros públicos y privados, 25 más que en el balance anterior.
Lo cierto es que, en cierta medida y más allá del grado de inmunidad que puedan ir alcanzado los jóvenes, las restricciones también empiezan a surtir efecto en Cataluña. Ya hace más de una semana que se cerró el ocio nocturno y, desde el lunes, se ha decretado el cierre de todas las actividades (restauración y cultura) a las 00.30 horas.
Además, de forma más reciente, desde este viernes, ha entrado en vigor un toque de queda entre las 1 y las 6 horas para 161 municipios con más de 5.000 habitantes y una incidencia superior a 400 casos en siete días por cada 100.000 habitantes. La Generalitat ya ha advertido de que tiene intención de alargar el toque de queda durante «semanas», aunque se irá pidiendo el aval a los jueces para aplicarlo cada siete días.
La incidencia entre los jóvenes de entre 20 y 29 años alcanzó el pico el 8 de julio y, desde entonces, va disminuyendo