JORGE FERNÁNDEZ Y LA RULETA QUIZÁ MACHISTA
UnUn verano en el que se divorcia Ramón García (el marido, hijo, yerno y nieto ideal) y en el que Yolanda Díaz anuncia su reforma laboral como «una auténtica revolución» en la Semana Negra de Gijón, puede depararnos incontables asombros o calamidades, a elegir. Incluso puede suceder que Irene Montero saque un ratito los pies de la piscina de Galapagar para dar un toque de atención a Jorge Fernández y «La ruleta de la suerte» (Antena 3). Veo el programa y es notorio que a las concursantes les cuesta mucho más que a los hombres girar la ruleta. Cuando en el momento cumbre del programa desean alcanzar el bote, muchas suelen repetir con gesto de resignada impotencia: «No tengo fuerzas, Jorge, no llego». Y miran la ruleta como si esperaran un empujón milagroso de Supergirl, la Viuda Negra, Catwoman o incluso de Miquel Iceta, quien en la toma de posesión de su nueva cartera presumió de lucir siempre «el escudo de España, uno de los más potentes que hay», convirtiéndose así en el nuevo Capitán América del Gobierno. Me imagino que hasta ahora esta grave situación discriminatoria ha pasado inadvertida en el Ministerio de Igualdad, pero antes de marcharse a hacer surf a Tarifa y de que Irene le llame machista o promotor del heteropatriarcado, Jorge Fernández debería suavizar la ruleta en pro de la paridad o la igualdad de oportunidades a la hora de chupar del bote.