Hamilton pasa al ataque
El inglés respondió a la habitual agresividad de Verstappen y el de Red Bull acabó fuera de carrera. Ganó por delante de Leclerc y Bottas. Sainz fue sexto y Alonso, séptimo
Cuando muchos pensaban que la batalla entre Verstappen y Hamilton había llegado a su fin el sábado por la tarde con la contundente victoria del holandés en la clasificación al esprint… ayer las cosas cambiaron mucho porque el inglés sacó toda la agresividad que tiene dentro y eso no lo esperaban, Verstappen, Red Bull... en realidad casi nadie. El heptacampeón no quiso perder delante de su afición y, sobre todo, no podía dejarse más puntos por el camino porque la batalla por el título empezaba a inclinarse a favor del holandés.
En la salida ambos se enzarzaron en una cruenta lucha cuerpo a cuerpo que tuvo momentos muy críticos en los que apenas unos milímetros les separaron a más de 290 kilómetros por hora. La primera vuelta fue tremenda con los 140.000 espectadores que había en el circuito de pie a la espera de ver el desenlace del pique que ambos mantenían. Y llegó en el segundo paso por meta. Verstappen y Hamilton pasaron muy igualados el primer giro y el holandés se cerró demasiado pensando que su rival se achantaría. Pero no ocurrió. Y lo que pasó fue que ambos coches se tocaron. Se llevó la peor parte el de Red Bull, que sufrió un fuerte accidente. Salió algo aturdido, sin más. Su equipo protestó y cuando todo parecía destinado a ser un lance de carrera, sancionaron a Hamilton con diez segundos. No le perjudicó mucho porque la prueba fue suspendida momentáneamente y los daños que tenía en el coche se pudieron subsanar. El más beneficiado fue Leclerc que, de repente, se vio en la primera plaza y con mucho ritmo en la resalida. Ferrari contaba con los diez segundos de ventaja que tenían sobre Hamilton y apuraron muchos sus opciones, y eso que el monegasco sufrió pequeños problemas de motor que pudieron reconducir con nuevas configuraciones electrónicas.
Hamilton cumplió su sanción parado en boxes diez segundos, cambió las ruedas y desde ahí se fue a la caza de Leclerc. El compañero de Sainz aguantó el tipo casi toda la carrera hasta que, a tres vueltas del final, sucumbió frente a su perseguidor. Hamilton dio una nueva lección de conducción, frialdad y agresividad. Todo lo que debe tener un campeón. Y ahora, la octava corona vuelve a estar en su mano. «No ha sido nada fácil. He estado toda la semana en la fábrica y en el simulador, intentando extraer lo máximo del coche», explicó Hamilton, que comentó cómo vio el accidente de Verstappen cuando ambos luchaban por el primer puesto y que dejó fuera de carrera al holandés y a él le costó una sanción de diez segundos. «Max fue muy agresivo y yo iba a su lado. Él no me dio espacio. Tanto si estoy de acuerdo o no con mi sanción, sigo estando aquí», terminó el inglés.
Más explícito fue el padre de Verstappen, ex piloto de F-1: «Podrían haberlo descalificado. Max le dejó espacio y estaba detrás de él, no puedes adelantar entonces por dentro», declaró Jos Verstappen. Leclerc fue el otro vencedor de la jornada con el segundo puesto. Aguantó muy bien con un coche inferior e incluso le ganó la batalla a Bottas, que llevaba un coche similar al de Hamilton. Su futuro está lejos de Mercedes.
Peor le fueron las cosas a Carlos Sainz. Mientras su compañero Leclerc era segundo, el madrileño acabó sexto y gracias. Tuvo una mala clasificación al esprint por un choque con Russell (que fue sancionado) y ayer una mala parada en boxes por parte de sus mecánicos terminó por condenarle a un peor resultado. Justo detrás se colocó Alonso, séptimo, que empieza a sacar del Alpine lo que no merece el rendimiento del coche. Dio una exhibición en la clasificación al esprint y ayer volvió a demostrar que sigue siendo de los mejores. Su compañero Ocon fue noveno y el francés ya sufre el ciclón que supone compartir box con el asturiano. «Contento porque salíamos séptimos, ganamos la posición con Max después del accidente y la perdimos con Carlos. Buenos puntos, buenas luchas», dijo el español.