¿PUEDE EL GOBIERNO HACER ALGO PARA ABARATAR EL RECIBO DE LA LUZ?
A FAVOR
El consumidor español pagó ayer el precio de la luz más caro de Europa. Rompió todas las barreras para auparse a su máximo histórico. El pool eléctrico registró una tarifa media de 106,57 euros por megavatio hora (MWh).
Factura «regulada»
El Gobierno aludió ayer mismo, y ya lo había hecho anteriormente, a condicionantes ajenos a su competencia como los precios del gas y de los derechos de CO2. La realidad es que dos tercios del recibo se corresponden con costes regulados, o que están sujetos a sus decisiones y, por lo tanto, a que reduzcan su peso en la cuenta final, entre ellos, claro, los impuestos, de los más altos de Europa.
Más y mejor libertad
Una mayor liberalización del mercado eléctrico redundaría en una optimización de la competencia en un contexto de deseable apertura. Todo en beneficio del consumidor.
EN CONTRA
La tendencia en el alza de los precios de la electricidad no se invertirá en los próximos meses por las incontroladas tensiones en el mercado mayorista. Son factores exógenos que gravan la factura.
Materias primas
Cuando el Gobierno alude a elementos exteriores e incontrolables en su propósito de abaratar el recibo, se refiere entre otras singularidades a los elevados precios de las materias primas, principalmente el gas natural por una falta de «stocks», que se ha encarecido un 10% en apenas siete días en una escalada a nivel global vinculada a la recuperación y a la mayor demanda de los últimos meses.
Derechos de emisión
El precio de los derechos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) encadena máximos históricos con una subida de casi el 70% desde que comenzó 2021. Han sido decisivos en la tormenta perfecta que ha disparado la electricidad.