Absueltos los mossos que iban con Puigdemont cuando fue detenido
El juez descarta condenarles por encubrimiento pese a que sabían que había una orden de detención
Los dos mossos que acompañaban a Carles Puidemont cuando fue detenido en Alemania en marzo de 2018 han sido absueltos del delito de encubrimiento por el que la Fiscalía pedía para ambos una condena de un año y medio de prisión. La Audiencia Nacional considera que ambos agentes ayudaron al ex presidente de la Generalitat conscientes de que era investigado en España y de que había una orden europea de detención en vigor contra él (que había reactivado el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, pero descarta que su comportamiento constituya un delito de encubrimiento.
En la resolución, el titular del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernandez-Prieto, da por probado que los dos mossos, aprovechando unos días libres de servicio, recogieron a Puigdemont en Estocolmo para llevarle por carretera hasta Bruselas, hasta que fueron detenidos en Alemania el 25 de marzo de 2018 en Alemania.
Su intención, dice el juez, «era ayudar a Carles Puigdemont a regresar a Bélgica y evitar su identificación en algún lugar donde pudieran ejecutar la orden europea de detención». No obstante, matiza que sólo se podría condenar a los acusados si se tratara de encubrir hechos tipificados como rebelión y hubieran actuado «con abuso de funciones públicas», requisitos que no aprecia en este caso.
Para el magistrado resulta «del todo inviable e increíble» que los dos acusados «pudieran desconocer los sucesos acaecidos en Cataluña en aquellas fechas» y que Puigdemont «había abandonado con carácter permanente el territorio español sustrayéndose así a la acción de la justicia», acarreando así que se hubiera dictado una orden de busca y captura contra él..
De ahí que la Audiencia dé por probado que al desplazarse a Warterloo «para unirse al fugado», eran «plenamente conscientes» de que con su apoyo a Puigdemont, «ya adecentando la casa de Waterloo, ya en el anómalo e incómodo viaje por todo Europa para retornar vía carretera a Bélgica» (más
Sin embargo, en la resolución sí se asegura que su intención era «ayudar» al expresident a regresar a Bélgica
de 2.000 km), algo «impropio de un presidente de la Generalitat», lo que hacían era favorecer su permanencia «fuera del territorio de soberanía española». Y, de esta forma, dificultar «en grado sumo cualquier posible detención» del líder independentista en su regreso a Bélgica.
Y es que Fernández-Prieto hace hincapié en que los hechos juzgados por el Tribunal Supremo en el juicio del «procés» fueron finalmente considerados como constitutivos de un delito de sedición, y no de rebelión. Ese cambio de rebelión a sedición, argumenta, «tiene una trascendencia indudable en la presente causa».
Según expuso en su informe final el fiscal Emilio Miró, los dos mossos ayudaron a Puigdemont conscientes de que era investigado en España por el Tribunal Supremo por rebelión y conociendo que el juez Llarena había emitido una orden europea de detención contra él. «Tenían que saberlo necesariamente», insistió el fiscal; para quien el objetivo de los mossos era ayudarle a regresar a Bélgica y evitar su identificación para eludir la ejecución la orden europea de detención.