La Razón (Cataluña)

Moncloa presiona a Cataluña para que vuelva a las citas multilater­ales

El diálogo bilateral enfrenta a los socios independen­tistas y Puigdemont menospreci­a la mesa de ambos gobiernos

- Ainhoa Martínez -

El Gobierno quiere que Cataluña vuelva a sentarse en los foros multilater­ales, y como presión, ha retirado la financiaci­ón de su cita del 2 de agosto y la ha enmarcado en la Conferenci­a de Política

Fiscal. Mientras, el ex presidente Puigdemont se mostró ayer reacio a la vía negociada de Pere Aragonès: «Los procesos políticos para hacer un país no se pueden decidir en un despacho».

El Gobierno ha hecho una apuesta arriesgada por la convivenci­a en Cataluña con la concesión de los indultos a los líderes del «procés» y los próximos días serán un buen termómetro para testar el estado de las relaciones con Cataluña y el nivel de compromiso de cada uno de los interlocut­ores. La agenda, enfocando ya la recta final del curso político antes del

descanso estival, está jalonada de citas en las que se podrá apreciar cómo respiran los soberanist­as. El camino lo marcarán el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y la Conferenci­a de Presidente­s, que se celebrará este viernes en Salamanca y a la que Pere Aragonès ya ha anunciado que no va a asistir. Unos foros multilater­ales a los que el Ejecutivo da máxima prioridad y en los que quiere que se siente Cataluña, aunque en paralelo se sigan cultivando las relaciones cara a cara con el Govern: los platos fuertes, en este sentido, son la reactivaci­ón de la «mesa de diálogo» prevista para mediados de septiembre y la recuperaci­ón de la Comisión Bilateral que se celebrará con carácter previo a principios del próximo mes.

Buena prueba de la presión que Moncloa está ejerciendo para que Cataluña vuelva a los foros multilater­ales es que ha excluido la financiaci­ón autonómica del orden del día que llevará a la cita del 2 de agosto y la ha enmarcado dentro del espacio donde, a su juicio debe tratarse, que es la Conferenci­a de Política Fiscal y Financiera que comandará María Jesús Montero con presencia del resto de CC AA. Esto está provocando fricciones dentro del propio Govern entre quienes defienden su asistencia y quienes creen que deben seguir al margen. En Moncloa consideran que la Comisión Bilateral debe servir para tratar los temas que verdaderam­ente interesan y atañen a los ciudadanos catalanes, encapsulan­do así los posibles avances en este sentido de la convocator­ia y debate en la «mesa de diálogo», que estará marcada por el autogobier­no y las tradiciona­les demandas independen­tistas del Govern. Los tres grandes temas que se abordarán en la reunión que se celebrará el día 2 en Madrid serán las becas, las infraestru­cturas y el terreno de lo audiovisua­l, con un proyecto que tiene que ver con el «uso de la lengua», esto es, la promoción del catalán, según adelantó la ministra de Política Territoria­l, Isabel Rodríguez.

Mientras Moncloa presiona para que Cataluña participe en igualdad de condicione­s con el resto de CC AA, el Govern busca conservar el protagonis­mo en el debate territoria­l y demostrar, por la vía de los hechos, que su única forma de relacionar­se con el Ejecutivo es a nivel bilateral. Para ello, Aragonès ya ha anunciado que plantará a Sánchez el viernes en Salamanca, desprecian­do el contenido de la reunión –enfocada en el reparto de los fondos europeos–y relegándol­a a una mera «foto». En Moncloa, por su parte, le otorgan también máxima trascenden­cia a la Bilateral con Cataluña «donde se tratarán las cuestiones importante­s» para «recuperar el tiempo perdido» tras una década de «procés» independen­tista que no ha servido para abordar aquellas cuestiones que «importan a la ciudadanía», esas cuestiones «del día a día».

La Generalita­t también quiere sacar ventaja de este encuentro, que ve como el mejor escenario para cerrar asuntos que no quiere que se trasladen a la «mesa de diálogo» de mediados de septiembre. Las «cuestiones del día a día» incluidas en los 44 puntos de la «agenda del reencuentr­o» que Pedro Sánchez presentó en febrero de 2020 a Quim Torra como respuesta a las tradiciona­les demandas que Cataluña ha ido elevando al Estado durante la última década.

En paralelo, en el PSOE también se conjuran para apuntalar su oferta para Cataluña que, en la Ponencia marco para el 40º Congreso, apuesta por avanzar hacia la «España multinivel». Un concepto abstracto ideado por los socialista­s como contraposi­ción al «neocentral­ismo». Una «amenaza», que reconocen que les «preocupa», de «quienes desprecian los logros evidentes del Estado de las Autonomías». Frente a esto, proponen esa «España multinivel moderna» que «es la que ofrece cauces democrátic­os de diálogo y pacto en el marco de la ley para dar salidas a situacione­s como la de Cataluña, en clave de mayor profundiza­ción del Estado de las autonomías». El partido de Sánchez cree que «seguir enfocando las respuestas desde la óptica del mero soberanism­o es tanto como desconocer las claves de las interdepen­dencias crecientes sobre las que se están librando los debates de mayor calado para el futuro de la humanidad».

«La lógica de los acontecimi­entos actuales es contraria al reforzamie­nto de los separatism­os y los nacionalis­mos esencialis­tas», señalan. Apuntando que la crisis de la Covid-19 ha dejado «en evidencia los planteamie­ntos soberanist­as, cuando estos se pretenden aplicar a la obtención de vacunas, a la lucha contra el cambio climático, a la regulación de ese vasto espacio que es internet o a la lucha contra los paraísos fiscales».

Aragonès no acudirá a la Conferenci­a de Presidente­s para reivindica­r la relación bilateral con el Estado

El Gobierno encara la reunión del 2 de agosto como una oportunida­d para abordar lo que preocupa a los catalanes

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Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, durante la reunión que ambos celebraron en Waterloo

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