OTRA VEZ, LA INDESEABLE NORMALIDAD
LaLa fotografía que ilustra está página, no es la misma que la del año pasado, o la de un lustro atrás. Tampoco es de los fuegos forestales en California o Siberia. Es la imagen, eso sí, de todos los años, la triste escena que se repite verano tras verano en España, de forma inevitable, en cuanto a las causas naturales que ocasionan los incendios, pero evitable en lo que a nosotros corresque ponde, porque, una vez más, se investiga el origen antrópico del fuego, es decir, una colilla de cigarrillo mal apagada o la chispa de un motor. De momento, el fuego de la imagen está arrasando zonas de bosque y de cultivo en Santa Coloma de Queralt, en la provicia de Tarragona, y se ha extendido a Barcelona, incluso sus cenizas ya han alcanzado el área metropolitana de la Ciudad Condal, que está a más de 100 kilómetros, y amenaza con extenderse y quemar 5.000 hectáreas más. Por el momento ya ha calcinado algo más de 1.300, a las hay que sumar las que se han perdido en Albacete y Huelva, pero también en otras provincias con fuegos de menor intensidad. Para luchar contra los incendios, se están empleando medios aéreos, hidroaviones, avionetas, helicópteros regionales y del Ministerio; efectivos forestales y de la UME, camiones autobombas, medios mecánicos, Guardia Civil, Mossos D’squadra, Cruz Roja, Protección Civil... pero todo este esfuerzo, podría haberse racionalizado, reduciéndolo al mínimo si se actúa cuando hay que hacerlo, porque es bien sabido que los incendios forestales se apagan en invierno, pero parece que se olvida destinar presupuesto a limpiar los bosques.