El incendio en Santa Coloma de Queralt, en «situación crítica»
El fuego ya ha afectado a 1.300 hectáreas y Protección Civil ya ha tenido que desalojar a más de un centenar de personas
Lejos de controlarlo, el fuego que el sábado comenzó a arder en la Cataluña central, Santa Coloma de Queralt, amenaza con llevarse por delante 5.000 hectáreas si el viento no da un respiro. De momento ya van casi 1.300 hectáreas, más de un centenar de desalojados y las cenizas del fuego han llegado a Barcelona esta mañana. La Generalitat tuvo que pedir ayuda al Estado para luchar contra el fuego. La Unidad Militar de Emergencias (UME) del ejército ha enviado 56 efectivos y 26 vehículos desde la base de Zaragoza.
El dispositivo del ejército se sumó a los aproximadamente 300 efectivos de los Bomberos que están trabajando para extinguir el fuego de Santa Coloma de Queralt. En el incendio de la Ribera de Ebro, hace dos años, y en el del
Empordà, en 2012, ya se solicitó el apoyo de la UME.
Tal y como advirtió el jefe de los Bomberos de la Generalitat, David Borrell, la previsión de fuertes vientos y la longitud del incendio, de unos 10 kilómetros, dificultan la extinción del fuego, por lo que ha insistido en que la situación es «de riesgo». El director general de loa bomberos, Joan Delort, explicó que por la tarde el fuego se reavivó en varios puntos impulsado por el viento, y pudieron controlar casi todos excepto uno de los focos. Delort remarcó que el incendio no se podrá estabilizar pronto «ni mucho menos, aún quedan horas muy críticas». Este incendio ya ha quemado, al cierre de esta edición 1.296 hectáreas y Delort ha adelantado que «es probable que a medianoche llegue a 1.300» o más, porque el fuego continúa avanzando aunque que más lento que al principio Delort explicó que ya han sido reubicadas todas las personas que han sido desalojadas por este incendio, con unas 110 personas de 53 masías. Detalló que los niños y monitores que fueron evacuados de una casa de colonias y de una acampada ya han vuelto a sus casas. Los responsables de emergencias no prevén tener que desalojar a más personas pero tienen «un plan de contingencia a punto por si crece el perímetro» que prevé cortar carreteras y evacuar evacuar viviendas. Al mediodía, sin ir más lejos, se desalojó el centro de acogida de niños y jóvenes Mas Amigó, en Santa Margarida de Montbui, y un grupo que estaba en la casa de colonias La Censada, en la misma población. Unas ochenta de personas han pasado la noche fuera de casa y por la mañana ha continuado el desalojo de cortijos y fincas de la zona.
Al preguntársele por la causa del incendio, Delort apuntó que los Agents Rurals, que lo investigan, no han llegado a «ningún tipo de conclusión» por ahora. Los investigadores han localizado el punto de inicio del fuego y trabajan con dos hipótesis -que Delort no quiso detallar- pero «no tienen datos concluyentes».
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, compareció desde el centro de mando de los Bomberos, en Santa Coloma de Queralt para agradecer el trabajo de todos los efectivos y voluntarios que están trabajando en las tareas de extinción. Aragonès ha llamado a «evitar cualquier actividad de riesgo». «En La Conca de Barberà y L’Anoia estamos en un momento crítico, pedimos al conjunto de la ciudadanía que se ponga de su lado: evitemos actividades de riesgo, hay que hacerlo siempre pero especialmente estos días, cualquier conducta que conlleve que equipos de emergencias tengan que actuar en cualquier otra parte del país», reclamó. «Cada efectivo que tenga que ir a atender una emergencia en otro lugar es un efectivo que no puede trabajar aquí. La manera de ayudar es evitar las actividades de riesgo». «El fuego está muy activo. Las próximas dos horas son muy críticas, mucho y muy relevantes, porque se debe evitar que el fuego se abra hacia la franja izquierda como consecuencia del viento, en la zona donde hay la cabeza del incendio», añadió.
Borrell y Elena insistieron, además, en pedir a la población extreme la prudencia, porque no se enciendan fuegos nuevos ni deban hacerse rescates al medio natural que mermen los efectivos destinados al incendio.
La magnitud del incendio es tal que las cenizas han llegado hasta la capital catalana, a cien kilómetros de distancia. La superficie de varios elementos urbanísticos como barandillas o coches aparcados en la callese han levantado esta mañana con una capa muy fina de ceniza. En otras zonas de Barcelona, como el barrio de Sants, personas sentadas en terrazas y bancos alertaban de una lluvia de ceniza, «hemos visto que caían como una especie de papeles pequeños blancos, nos hemos dado cuenta que era ceniza», explicaba una vecina. Varios usuarios han compartido imágenes en las redes sociales.
El incendio entre la Conca de Barberà y L’Anoia, que continúa activo y afecta a alrededor de 1.190 hectáreas, ha hecho que la Generalitat haya pedido ayuda al Estado para luchar contra el fuego. La Unidad Militar de Emergencias (UME) del ejército ha enviado 56 efectivos y 26 vehículos desde la base de Zaragoza.
El dispositivo del ejército se suma a los aproximadamente 300 efectivos de los Bomberos que están trabajando para extinguir el fuego de Santa Coloma de Queralt. En el incendio de la Ribera de Ebro, hace dos años, y en el del Empordà, en 2012, ya se solicitó el apoyo de la UME.
«No es normal»
El hecho de que el incendio continúe ardiendo sin control y coincida con el fuego en Ventalló ha propiciado que se haya activado en fase de emergencia 1 el Plan Infocat de Protección Civil. Tener dos focos activos complica mucho las tareas de extinción de los fuegos, tal como ha destacado el jefe del operativo de Bomberos de la Generalitat, David Borrell: «La situación de hoy no es normal, hemos tenido que activar el plan Infocat en fase de emergencia que hacía años que no se hacía por la simultaneidad de los incendios, dos incendios importantes en fase activa y con potencial, nos ha hecho desdoblar esfuerzos y recursos».
Mientras tanto, los Bomberos continúan remojando la zona del macizo del Montgrí, donde un incendio que comenzó este jueves ha quemado 91 hectáreas de vegetación forestal, todas dentro del término municipal de Torroella de Montgrí y el perímetro del parque natural del Montgrí, islas Medes y Baix Ter.
La Generalitat tuvo que solicitar la ayuda del Unidad Militar del Ejército para tratar de sofocar las llamas