Earth Overshoot Day: la gestión del déficit ecológico
La humanidad ha consumido en ocho meses todos los recursos que la Tierra es capaz de producir en un año, lo que pone en evidencia la necesidad de reducir nuestra huella en el planeta
Hoy 29 de julio la Tierra entra en déficit ecológico según Global Footprint Network. Es el conocido como «Día del Sobregiro de la Tierra» –‘Earth Overshoot Day’−, la fecha que fija el momento en que la Humanidad ha consumido los recursos naturales que nuestro planeta es capaz de regenerar en un año. A partir de esta fecha, y hasta final de año, la Humanidad opera entonces con un gasto de déficit ecológico, es decir, el consumo es mayor que los recursos disponibles.
Agua, alimentos, madera, combustibles fósiles... en la actualidad, la Humanidad utiliza un 74% más de lo que los ecosistemas del planeta pueden regenerar, o «1,7 Tierras». Se trata de un dato que se registra desde los años 70 pero que ha avanzado de forma alarmante en los últimos veinte años como consecuencia del aumento de la explotación de los recursos del planeta, el incremento de la población mundial y los efectos del cambio climático. De hecho, este gasto es actualmente uno de los peores desde que el mundo entró en un exceso ecológico en la década de 1970, según las Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad (NFA por sus siglas en inglés) basadas en los datos de Naciones Unidas.
Este año, la fecha es la misma que la de 2019, después de haber sido momentáneamente retrasada en 2020 (fue el 22 de agosto) por el confinamiento global a causa de la pandemia que redujo la actividad económica. Los notables impulsores son el aumento del 6,6% en la huella de carbono con respecto al año pasado, así como la disminución del 0,5% en la biocapacidad forestal mundial debido en gran parte al aumento en la deforestación en el Amazonas. Así, el impacto positivo respecto a las reducciones en el uso de recursos inducidas el año pasado por la pandemia fue de corta duración, remarcando la urgencia de impulsar una recuperación económica sostenible entre todos −gobiernos, administraciones, empresas y ciudadanía−, considerando los límites de la Tierra.
Agbar, actor clave
Como grupo comprometido con la preservación del medio ambiente,
Agbar ofrece soluciones innovadoras en torno a la gestión sostenible del agua, los recursos naturales y la salud ambiental para la agricultura, la industria y las ciudades, en línea con la hoja de ruta de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
La compañía ha adoptado un papel activo en la contribución a la reducción de la huella ecológica global. Asimismo, para liderar la transición hacia un modelo más sostenible y resiliente, Agbar se apoya en una estrategia climática basada en 4 líneas.
Una es la mitigación de causas del cambio climático. La compañía lleva a cabo acciones para mejorar la huella ambiental mediante soluciones de eficiencia energética, la compra de energía verde con garantía de origen (GdO), la generación de energía renovable o el fomento de la movilidad sostenible. Por ejemplo, en 2020, la compañía logró, en España, cubrir el 99,4% de su capacidad de compra con energía eléctrica verde, equivalente al consumo anual de electricidad de cerca de 84.000 hogares.
Otra línea de trabajo es la adaptación a las consecuencias del cambio climático. En este ámbito Agbar cuenta con su red de hubs DINAPSIS, muestra de la transformación digital del grupo para la gestión sostenible del agua y salud ambiental del territorio. DINAPSIS combina la operativa de servicios urbanos ambientales con la divulgación, ofreciendo un entorno totalmente operativo que permite mejorar la resiliencia de las ciudades y reducir la afectación a la población con respuestas concretas, de manera coordinada, frente a eventos climatológicos extremos, cada vez más frecuentes. Un ejemplo es la herramienta digital desarrollada por Agbar que permite analizar, con simulaciones, la capacidad de las principales infraestructuras de un territorio para mitigar efectos de los fenómenos climáticos extremos y evaluar medidas alternativas para mejorar la resiliencia de la zona.
La apuesta por la economía circular es clave en la estrategia de desarrollo sostenible del grupo. Para ello, Agbar fomenta la transición de un modelo lineal, que sobreconsume los recursos, hacia un modelo circular, que los recicla y los valoriza. Uno de sus proyectos pioneros es la transformación de las plantas de tratamiento de agua en biofactorías para recuperar agua para nuevos usos, generar cero residuos, lograr la autosuficiencia energética y tener cero impacto ambiental.
Un caso ejemplar, referente a nivel internacional, es la biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra en la que se ha conseguido que prácticamente el 100% del agua depurada se reutilice para el riego de cultivos leñosos; los lodos y arenas se valoricen como abono en agricultura o jardinería, y se alcance la autosuficiencia energética algunos meses. Su modelo es reconocido como buena práctica por la publicación «European Circular Economy Stakeholder Platform».
Por último, Agbar impulsa modelos responsables con el clima y el entorno con la implantación de infraestructuras verdes: soluciones basadas en la naturaleza o la naturalización de instalaciones, tanto urbanas como en espacios de interés natural, preservando la biodiversidad y los ecosistemas que se generan, y una economía baja en carbono. Por ejemplo, en 2020 los humedales artificiales de depuración de Illa de Mar y l’Embut (Delta del Ebro), gestionados por Agbar, han sido declarados reserva natural de fauna salvaje por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña. A día de hoy es una zona de alto interés ornitológico, que ofrece espacios idóneos para la observación de aves y paseos naturalistas.
Cada año, el Día del Sobregiro de la Tierra marca la fecha en que la Humanidad ha agotado todos los recursos naturales