La Razón (Cataluña)

Un bronce para el novato

Joan Cardona, de 23 años, sube al podio en Finn, clase que ya no estará en el programa olímpico de vela en París

- F. Martínez

A Joan Cardona le tocaba salir al Puerto Recreativo de Enoshima, donde se está disputando la competició­n de vela, con malas noticias. Las chicas del 49er FX, Támara Echegoyen y Paula Barceló, quedaron cuartas, lo mismo que los chicos del 49er, Diego Botín y Iago López Marra. Fueron dos Medal Race (la prueba que se disputa el última día y que da el doble de puntos) durísimas en las que a las embarcacio­nes españolas les tocó el puesto más difícil. «No fue una presión extra», dijo Cardona, centrado en lo suyo. Estaba en una situación similar en la clase Finn, con muchas barcos con opciones. No se puso nervioso y el premio fue el bronce.

Es joven, de hecho, el más joven del equipo nacional a sus 23 años, pero sabe desde bien pequeño lo que es navegar. Nació en Barcelona, pero es de Mahón, la capital de Menorca, porque allí se tuvieron que ir sus padres. Xisco, su padre, tenía un barquito y le llevaba con él. Pronto descubrió que eso es lo que le divertía, más que el baloncesto, y que además se le daba bien. El cuerpo que ya tenía en ese momento le hizo ir a barcos por encima incluso de su edad. En 2017 apostó por los Finn, los pesos pesados, ideales para sus casi 190 centímetro­s y alrededor de 100 kilos. Son barcos lentos y hay que estar fuerte para manejarlos.

Y en sólo cuatro años, bronce olímpico. ¿Qué hubiera sucedido sin pandemia? Segurament­e Cardona no hubiera ido a Tokio. Se clasificó en mayo de 2021. El caso es que logró el billete en esa clase que tantas alegrías ha dado a España (oro de José Luis Doreste en Seúl 88, oro de José María van der Ploeg en Barcelona 92 y plata de Rafa Trujillo en Atenas 2004) y que va a desaparece­r. Ya no estará en el programa olímpico en París 2024. «Tenía que venir a por la medalla», admitió Joan, descarado. Y con los precedente­s de sus compañeros y un comienzo regular, parecía que la historia se volvía a repetir. Durante un buen tramo iba último porque el viento paró, las peores condicione­s para remontar. El español tiró de recursos y fue recuperand­o posiciones en una última popa espectacul­ar, para vivir un final muy apretado, con muchos barcos entrando al mismo tiempo. Pero él tenía controlado al de Nueva Zelanda, que terminó décimo, mientras él fue sexto, y no tenía dudas: el bronce era suyo.

«Puede que sea mi última participac­ión en unos Juegos», admitió. La clase a la que se podría pasar es la Laser. «Pero tendré que perder mucho peso. Ya tendré tiempo de pensarlo después de descansar. Si la clase Finn hubiese continuado podría haber sacado muchas medallas, incluso un oro, pero es lo que toca», concluyó.

Podría pasarse a la clase Laser, pero «tendría que perder unos diez u once kilos de peso»

 ?? EFE ?? Joan Cardona celebra su bronce con la bandera de España
EFE Joan Cardona celebra su bronce con la bandera de España

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