La Razón (Cataluña)

Ante Egipto en la lucha por el bronce

El equipo de Hansen (12 goles) y Landin deja a los Hispanos fuera de la lucha por el oro en balonmano. Pelearán por la medalla de bronce contra Egipto

- Francisco Martínez

Árbitros: Brunner y Salah (Suiza). Excluyeron por dos minutos a Solé, Gedeón Guardiola, Sarmiento y Antonio García por España; y a Saugstrup y Mollgaard por Dinamarca.

Parciales cada 5 minutos: 1-2, 3-3, 5-7, 6-9, 711 y 10-14 (Descanso) 12-14, 15-19, 18-21, 20-22, 21-23 y 23-27 (Final).

Incidencia­s: Estadio nacional Yoyogi. Sin espectador­es.

Resultados: Francia, 27-Egipto, 23 y España, 23-Dinamarca, 27. La final: Francia-Dinamarca (mañana, 14:00). Lucha por el bronce: España-Egipto (mañana, 10:00).

Otra vez Dinamarca, como en el Mundial del pasado enero, como tantas otras veces, aunque España también ha tenido sus momentos de satisfacci­ón ante los nórdicos. Pero en los Juegos Olímpicos, no. Hansen y compañía impusieron su balonmano, y la habitual capacidad de resistenci­a de los Hispanos no fue suficiente en esta ocasión. El líder danés, que tiene una vocecilla baja, un tono agudo, posee, en cambio, un brazo de hierro que ejecutó al equipo de Jordi Ribera con doce goles, casi la mitad de los que logró su equipo. Pero la gran cita no ha acabado para España. El bronce espera en un cara a cara con Egipto (Francia será quien aspire al oro). Sería un gran final para esta generación que tiene medallas de todos los colores en todas las competicio­nes, menos en los Juegos. Después de Tokio, muchos dejarán el equipo nacional. Raúl Entrerríos seguro, porque se retira. Pero también lo harán segurament­e, porque la edad no perdona, Dani Sarmiento (37 años), Viran Morros (37), Gedeón Guardiola (36), Julen Aginagalde (38)... Lo bonito sería que se despidiera­n con algo reluciente colgado del cuello.

De nuevo tuvo que remar mucho el equipo español. Pese a que Gonzalo Pérez de Vargas empezó enchufado con hasta cuatro paradas en los primeros diez minutos, también lo hizo Landin en la portería contraria. España falló cuatro o cinco acciones desde seis metros, unas por el acierto del guardameta rival y otras por errores propios, porque desde ahí lo lógico es que vaya para dentro. Eso marcó la distancia en el resultado. Dinamarca trataba de defender duro y salía rápido. Qué dinamismo tiene. No te puedes relajar porque como pierdas un segundo en celebrar el gol ya están al otro lado en una rápida transición, como se demostró en el final del primer tiempo. España parecía ponerse a tres goles, apenas quedaban cinco segundos, pero su rival se las apañó para anotar rápido el 10-14.

Lo que no iban a hacer los Hispanos es rendirse. Eso nunca. Un 0-2 de parcial para empezar la segunda mitad. Para decir que ahí iban a seguir, en pie, hasta el último aliento. Álex Dujshebaev tomó los galones para intentar entrar en la defensa 5-1 danesa. Un gol por aquí, otro en cadera, la ayuda de Raúl Entrerríos... Pero Hansen en el otro lado no frenaba. Sacaba el martillo o la repetidora desde los siete metros (¿cuántos amagos es capaz de hacer?) o la mano de seda para el pase. Aun así, no se escapaban en el marcador los nórdicos. A diez minutos, ahí continuaba­n a dos (20-22). «Vamos, tíos, seguimos», decía Raúl Entrerríos en el tiempo muerto. «España», añadía. «Bien», respondía el resto del

grupo. Es el grito de guerra. Y a jugar para que llegara la primera opción de colocarse a uno: Guardiola se precipitó tras un robo, vio que no había portero y trató de tirar desde su campo. Mal, flojo. Después, una buena defensa y otra opción, pero Landin detuvo a Dujshebaev. A la tercera Aleix Gómez no perdonó desde los siete metros. Su mano no tiembla ni en momentos así (21-22).

Quedaban seis minutos y nada estaba decidido. Funcionaba la defensa de España e incluso pudo empatar con el tiro de Dujshebaev que paró Landin. Vaya duelos: Álex-Landin, Hansen-Gonzalo. El lateral danés marcó el enésimo penalti para poner los dos goles de distancia otra vez a falta de cuatro minutos. El margen de error ya era muy pequeño, y más cuando Landin salió como un rayo para tapar el tiro de Adriá Figueras. El portero danés es otro de las habituales pesadillas de España. Era un nuevo fallo desde seis metros y ahí ya sí llegó el fin. Dinamarca apostó toda la segunda parte por atacar con siete dejando la portería vacía. Mads Mensah fue el ejecutor definitivo con un golazo a la escuadra cayéndose cuando amenazaban de pasivo. Volvían los tres goles de diferencia y quedaban tres minutos. No hubo milagro.

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EFE Los jugadores españoles se lamentan tras la derrota

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