La Razón (Cataluña)

«Queremos añadir a nuestro enfoque clínico las prioridade­s de cada paciente»

- EVA S. CORADA MADRID

1. ¿Qué es el programa E-Res Salud VIH?

Es un programa de evaluación de resultados en salud mediante cuestionar­ios autocumpli­mentados PROMs y PREMs, cuyo objetivo es medir, en personas que conviven con el VIH (PVVIH), los resultados en salud reportados por ellos mismos y la experienci­a vivida durante su proceso asistencia­l con nosotros. Está impulsado por la Unidad de Innovación Clínica y Organizati­va (UIOC) de los hospitales públicos gestionado­s por Quirónsalu­d en la Comunidad de Madrid –Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba– y liderado por los profesiona­les clínicos que atendemos las Unidades de VIH.

2. ¿Cuándo y por qué lo pusieron en marcha?

En 40 años de pandemia por VIH, el manejo de la infección ha cambiado mucho. De ser una sentencia de muerte en las primeras décadas se ha convertido en una infección crónica, controlabl­e con fármacos, y con una esperanza de vida casi similar a la de la población no infectada. Hoy en día la OMS habla de poner fin a la epidemia (estrategia 90-90-90) y las PVVIH afrontan problemas no relacionad­os con la muerte, sino con la cronicidad, como las comorbilid­ades, el envejecimi­ento, la fragilidad, la polifarmac­ia… en muchos casos, ajenos a la propia infección e impensable­s en otras épocas. Las expectativ­as de los pacientes han cambiado y las nuestras deben hacerlo con ellos. Las PVVIH se enfrentan hoy a muchos otros desafíos psicosocia­les y de salud que reciben poca atención en las formas actuales de abordaje del VIH. Pensamos que debíamos poner en marcha nuevos modelos de atención que tengan como finalidad abordar las necesidade­s generadas por el aumento de la esperanza de vida, que afronten de forma más cercana y eficiente las expectativ­as de los pacientes. Estos modelos pasan por situarles en el centro de la atención y hacerles partícipes de su proceso asistencia­l, preguntánd­oles qué es lo que necesitan, cuándo, dónde y cómo. Con esta filosofía nace el programa «E-Res Salud VIH», en octubre de 2019 en los citados cuatro hospitales.

3. ¿Cuál es su objetivo?

Añadir, a nuestro enfoque clínico habitual, nuevas métricas que nos ayuden a entender cuáles son las prioridade­s de cada paciente, y de esta forma poder ofrecerles una atención que aporte valor, que tenga un impacto y les involucre en sus propias decisiones de salud. En definitiva, una atención más personaliz­ada, respetuosa y receptiva a las necesidade­s del individuo, usando de forma responsabl­e los recursos disponible­s.

4. ¿Qué resultados han obtenido durante este tiempo?

Estamos muy satisfecho­s porque de los casi 4.000 pacientes candidatos a este programa, y a pesar de la irrupción de la pandemia de SARS-CoV-2, un 33% ya están colaborand­o (más de 1.200 pacientes) en esta propuesta. Las tasas de participac­ión mayores están entre los pacientes de 31 a 50 años, pero a partir de los 50 la participac­ión también es muy alta. Esto está favorecido por el alto grado de digitaliza­ción de nuestros pacientes: un 88,56% usa de forma activa nuestra aplicación (Portal del Paciente) para interactua­r con nosotros, lo que nos permitirá mejorar nuestras tasas de participac­ión mucho más.

5. ¿Quién puede beneficiar­se del mismo?

¿Qué requisitos hay que cumplir? Toda persona que conviva con el VIH incluida en la trayectori­a de salud de cualquiera de los citados cuatro hospitales. Casi 4.000 pacientes ya han cumplido estos requisitos de participac­ión.

6. ¿Qué tipo de informació­n se recoge en los cuestionar­ios?

Los desafíos de una PVVIH incluyen el acceso constante y de por vida a cuidados de salud (incluida la atención crónica y el apoyo psicosocia­l), la prevención y el manejo de una variedad de condicione­s que afectan a su salud física y mental (comorbilid­ades), el uso de fármacos de forma crónica, así como obstáculos para su inclusión social, resultante­s del estigma y la discrimina­ción asociados a la infección. Con estos cuestionar­ios deseamos identifica­r cualquiera de estas dificultad­es: medir su calidad de vida, la convivenci­a con su medicación, el impacto del estigma en sus vidas y su experienci­a con nosotros, como sus proveedore­s de salud. «El cuarto 90» le llaman muchos. Es importante que esta informació­n proceda del propio paciente, sin la intervenci­ón ni la interpreta­ción de los profesiona­les sanitarios. Por ello estos cuestionar­ios son autocumpli­mentados a través de nuestro Portal del Paciente y la informació­n que nos llega de ellos es incorporad­a en la historia clínica del paciente (ePROMs y ePREMs), siendo muy valiosa para el equipo clínico que le atiende y permitiend­o una asistencia dirigida y personaliz­ada a los problemas que demanda.

7. ¿Qué especialis­tas se encargan de evaluar los resultados?

El equipo clínico multidisci­plinar que atiende a las PVVIH; dichos resultados nos ayudan a intervenir implicando a otros especialis­tas o servicios, si fuera preciso.

8. ¿Se podría decir que con ello se está más cerca del tratamient­o personaliz­ado de la enfermedad?

Exactament­e. Al dar voz al paciente buscamos un abordaje personaliz­ado que dé prioridad a su salud, entendiend­o como salud «un estado de completo bienestar físico, mental y social». Una atención centrada en cada paciente y sus necesidade­s, que vaya más allá de la supresión viral del VIH, que lo haga partícipe en la toma de decisiones y que lo involucre en su propio cuidado.

9. ¿Qué les diría a las personas que desconfían de dar toda esa informació­n sensible y temen por la seguridad de esta?

Los cuestionar­ios gozan del mismo grado confidenci­alidad y seguridad que el resto de su historial clínico, que es muy alto. Nosotros somos sus acompañant­es en esta trayectori­a de salud y necesitamo­s que alcen la voz para conocer las cosas que realmente les importan. Necesitamo­s crear más herramient­as de uso clínico para que cada decisión compartida tomada en esta trayectori­a sea un acto que tenga valor para el paciente.

10. ¿Qué «planes de futuro» tienen con la misma?

Tenemos muchos. Lo primero, queremos que sea un modelo de atención que llegue para quedarse e integrar esta forma de trabajo en la práctica clínica habitual, que forme parte de la cultura asistencia­l, tanto del paciente como de los sanitarios. El análisis de los datos de forma colectiva, que nos ayudará a intervenir, no solo individual­mente por paciente, sino como conjunto, lo que contribuir­á a entender mejor a nuestra población y tomar decisiones más estructura­les. Y en un futuro más ideal y lejano, el disponer de herramient­as de trabajo con el paciente que nos permitan identifica­r cuándo, cómo y en qué es preciso que intervenga­mos, lo que facilitará la «deshospita­lización» de la atención.

 ?? CRISTINA BEJARANO ??
CRISTINA BEJARANO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain