CANSANCIO PANDÉMICO Y ALGO MÁS
LaLa imagen que nos muestra la fotografía no es de unas barricadas en Barcelona exigiendo la puesta en libertad de un «cantante» independentista condenado por violento, entre otras lindezas, o de un grupo de aficionados exigiendo, también, el regreso de su equipo de fútbol a Primera División; pertenece a las protestas que tuvieron lugar ayer en Bangkok contra la gestión de la pandemia por coronavirus y las medidas adoptadas por las autoridades del país, Tailandia, algo que también está pasando en los países occidentales, como Francia, Alemaia o Paises Bajos, en los que, los llamados «negacionistas» organizan algaradas callejeras para mostrar su disconformidad con las restricciones impuestas por sus respectivos gobiernos, unas más discutibles que otras, pero siempre impopulares en sociedades acostumbradas a que la libertad individual prevalece. En el caso de la fotografía, hay algo más. No es solo el cansancio pandémico, es además, la continuación de una reclamación política, con razón o sin ella, en la que se pide la dimisión del primer ministro, Prayuth Chan Ocha, ante la mala gestión del covid-19, y exigencias que vienen de antes, que piden la reforma de la constitución y la derogación de ley de Lesa Majestad, por la que se castiga con penas de cárcel las críticas al rey, figura que ha sido tradicionalmente respetada, pero que el actual gobernante, Maha Vajiralongkorn, no parece inspirar. Protestas, siempre las hay, por distintos motivos, y mientras unos salen a la calle, a quemar contenedores porque les cierran los bares, otros se juegan mucho más que un fin de semana.