«FACT-CHECKING»
LA DECLARACIÓN
El Gobierno tiene poco margen para rebajar la factura de la electricidad a las empresas de alto consumo, por la legislación de libre competencia de la UE.
Así, la industria siderúrgica, química o cementera, que son grandes consumidores, tienen que soportar los mayores costes de los derechos de emisión de CO2.
En realidad, los altos precios de la factura de la luz no vienen dados por la acción del Ejecutivo, sino por las condiciones del mercado. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha designado al cantante José Manuel Soto para dirigir una «oficina del Andaluz».
Los objetivos son similares a la «oficina del Español», dirigida por Toni Cantó e impulsada en Madrid por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, para promocionar culturalmente la capital de España.
José Manuel Soto, en la órbita del PP, cobraría unos 87.000 euros anuales por desempeñar el cargo. Las autoridades sanitarias alemanas han emitido una alerta para que más de 7.000 personas vuelvan a vacunarse, por haber recibido una segunda dosis que contenía sólo suero salino.
Una enfermera negacionista, rellenó los viales, tirando la vacuna al fregadero.
La mayor parte de los afectados son personas mayores, residentes en centros sociosanitarios, con alto riesgo de enfermar gravemente por el Covid-19.
VERDADERO O FALSO
LA REALIDAD
Sin entrar en otros detalles, la Comisión Europea ha puesto en marcha un mecanismo compensatorio de los costes del CO2 para apoyar a la gran industria europea frente a sus competidores asiáticos. Mientras en España el Gobierno cifra esas compensaciones en 6,40 euros por megavatio, en Alemania son 13 euros y en Francia suben a 11,50 euros.
Se trata de un bulo que se ha extendido por la red a partir de una cuenta de twitter que pretendía ser humorística. Como ha confirmado «Maldita.es», el propio autor explicó reiteradamente que sólo era una broma, pese a lo cual, el infundio pasó a diversas redes, como Facebook, dándolo por cierto. José Manuel Soto ha despertado varias polémicas por su comentarios políticos.
La Policía germana, en rueda de Prensa oficial, ha hecho públicos los hechos. Se atribuye la acción de sabotaje a una enfermera de la Cruz Roja, negacionista, que había expresado sus opiniones contrarias a las vacunas en diversas redes sociales. De momento, no se ha hecho pública su identidad. Aunque la inyección con suero salino no tiene efectos sobre la salud, ha puesto en riesgo a los ancianos.