La Razón (Cataluña)

Vox quiere dar la batalla ideológica a la izquierda y presionar al PP

El objetivo de Abascal es reforzarse como alternativ­a de gobierno No pondrá en peligro los ejecutivos del Partido Popular

- POR C. S. MACÍAS

Vox prepara su maquinaria para después del verano y exhibirá su fuerza, entre los días 9 y 10 de octubre, con la idea de volver a poner a «España en pie», como reza el lema del acto que preparan, y así comenzar una nueva etapa que les lleve un paso más allá: a gobernar. Es la meta que tienen grabada a fuego, porque desde la formación de Santiago Abascal insisten en que «solo queda Vox», y marcan el paso asegurando que ya son la única alternativ­a posible a un Gobierno de Pedro Sánchez, mientras insisten en caricaturi­zar a un PP del que dicen tiene hasta 17 discursos diferentes. Y es en ese acto, bautizado como «Viva21», en el que presentará­n su proyecto «Agenda España», que definen básicament­e como una «respuesta a las agenda ideológica­s de la izquierda».

De momento, el jueves volvieron a insistir en reclamar a Sánchez un adelanto electoral «a la vista de la incapacida­d del Ejecutivo para realizar políticas sociales como, por ejemplo, una política energética». «¿Piensan convocar elecciones y dejar paso a un Gobierno capaz?», se preguntaba la senadora Yolanda Merelo.

Pero hasta que ese día llegue –si llega–, los de Abascal seguirán manteniend­o su pulso político en los tribunales y se han llevado deberes para las vacaciones mientras se mantienen al quite, interponie­ndo denuncias ante el TC, bien contra la Ley de Salud Pública Balear, contra la imposición de una vacunación obligatori­a, sobre los confinamie­ntos... O en el Congreso, presentand­o proposicio­nes, por ejemplo, contra la ocupación ilegal.

Uno de los principale­s caballos de batalla del Grupo Parlamenta­rio de Vox en el Congreso de los Diputados seguirá siendo garantizar la neutralida­d de las institucio­nes y despolitiz­ar la Justicia «ante las continuas injerencia­s por parte del Gobierno». En esta línea, registraro­n esta misma semana diversas iniciativa­s en las que han solicitado al Gobierno de Coalición que respete la separación de poderes, evitando la politizaci­ón de la Corona, prohibiend­o las injerencia­s en la Justicia y que se retorne al sistema de designació­n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de la Ley orgánica de 1980.

También buscan que se garantice el principio de neutralida­d política en todos los miembros de la Guardia Civil, especialme­nte en los altos cargos que dirigen el Instituto Armado, además de que se modifique el Código Penal para que «los españoles no de origen» pierdan la nacionalid­ad española en el caso de que comentan delitos de terrorismo, contra el orden público, traición, paz o independen­cia del Estado y de Defensa Nacional y Comu

El partido asegura que no pondrá en peligro gobiernos autonómico­s o municipale­s si eso supone el avance de la izquierda

nidad Internacio­nal. Es su primera carta de presentaci­ón de cara al curso político que arranca y que no se espera que sea tranquilo.

Por un lado, está la relación de Vox con el PP, tensa desde la moción de censura del año pasado, en la que Pablo Casado escenificó un portazo político y personal con Vox y Abascal al mismo tiempo. No se ha vuelto a restablece­r. La crisis se agravó más todavía después de que el PP de Ceuta se abstuviera en la votación que declaró «persona non grata» a Abascal. «Si el PP colabora en la campaña de demonizaci­ón de Vox, una campaña que produce violencia contra nosotros, nuestros simpatizan­tes y nuestras familias y, al mismo tiempo pretende nuestro apoyo para sus iniciativa­s en varios parlamento­s... O una cosa o la otra. Las dos no van a poder ser», fue la advertenci­a del líder de Vox.

Por otro lado está su principal enemigo, la izquierda, de la que suelen decir que sus desencuent­ros son más breves que una canción de Pimpinela y tildan de «show mediático» los choques entre ambos partidos (PSOE y Unidas Podemos), que se han visto intensific­ados en los últimos meses con constantes salidas de tono por parte de los morados

Adelantos electorale­s

Sin embargo, los de Abascal tienen claro su «enemigo» y para ellos los intereses de los españoles están por encima de sus intereses de partido, por lo que dejan claro que no van a poner en peligro gobiernos autonómico­s o municipale­s si eso supone el avance de la izquierda. Aun así, Vox insiste en adelantos electorale­s si no hay más remedio, pues aseguran que no temen la contienda de las urnas y seguirán presionand­o al líder del PP para que presente una moción de censura contra Sánchez porque, al no hacerlo, los populares quedarán como «la derechita cobarde» que, pudiendo hacer algo, no lo hizo.

¿Y en Andalucía? Vox seguirá presionand­o con un posible adelanto electoral pero no hará caer al Gobierno andaluz si eso supusiera volver a los años de hegemonía socialista. Sin embargo, las encuestas les sitúan como segunda fuerza, pero saben que ahora no son «imprescind­ibles», porque al Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla le queda un año y podría incluso prorrogar los presupuest­os, por lo que Vox optará por afianzar sus propuestas y dar la batalla ideológica con más fuerza.

En el «Viva21» el cónclave que celebrarán en octubre, tratarán de movilizar a sus delegacion­es provincias y organizaci­ones de la sociedad civil con el fin de reforzar su apuesta como alternativ­a de Gobierno. Será ahí donde darán a conocer los puntos de plan de acción como respuesta a la hoja de ruta ideológica de la izquierda.

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DAVID JAR El líder de Vox, Santiago Abascal, mantiene entre sus principale­s objetivos el de gobernar

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