Moncloa quiere que crezca
El Gobierno prepara nuevos planes para hacer crecer a los de Abascal y debilitar a los populares
El Gobierno de coalición es el principal impulsor electoral de Vox. Cada avance de la formación conservadora ha sido facilitado gracias a las políticas de La Moncloa, que pretendían abrir un frente al PP en su derecha.
La suma de 178 a 182 escaños que PP, Navarra Suma y Vox que ofrecía la encuesta de julio de NC Report para LA RAZÓN es una situación que Moncloa considera que debe revertirse a la vuelta de las vacaciones, puesto que el objetivo es debilitar al PP para fortalecer a la formación liderada por Santiago Abascal.
Solo con que hoy medio millón de votos pasasen del PP a Vox, se alejaría la posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta por parte de las derechas. Al PP, un diputado le cuesta de media 55.300 votos, mientras que a Vox, 70.700 papeletas. A los de Abascal les sale un 27,8 por ciento más caro un diputado que a los populares. Por lo tanto romper el actual equilibrio PP-Vox es esencial para el PSOE para truncar una posible mayoría absoluta de las derechas.
Los populares cuentan ahora con un apoyo de 7 millones de votos y Vox, con 3,6 millones. Si el PP queda en 6,5 millones y Vox sube a los 4,1 millones, dejaría al PP en 115 escaños y en 56 a los de Abascal. La suma de ambos sería de 171 escaños, a 5 por debajo de la mayoría absoluta.
Para Moncloa es prioritario hacer crecer a Vox, o lo que es lo mismo, hacer decrecer al PP, ya que actúan como vasos comunicantes electoralmente, ya que hay una elevada compatibilidad entre votantes de ambos partidos del centro derecha español.
Vamos camino de los dos años desde las últimas elecciones generales y la formación de Abascal siguen estancados en prácticamente los mismos números de noviembre de 2019: 3,7 millones de votos, frente a los actuales 3,6 millones; 15,1 por ciento del voto en 2019, frente al 15,3 por ciento actual, y 52 escaños de las anteriores anteriores elecciones generales y 50-52 de ahora.
La estrategia de Vox frente al PP se complica con la absorción de Ciudadanos y la victoria popular en la batalla electoral de la Comunidad de Madrid. Ahora, los populares no tienen nada a su izquierda que no sea el PSOE, por lo que deben iniciar la conquista del espacio político a su derecha, que es Vox.
La tenaza Vox-CS para acorralar los populares ha desaparecido. Pero los de Abascal, si persisten en querer ser la alternativa al PP y llegar a sustituirlo, quizá se vean tentados a llevar a la práctica una pinza Vox-PSOE contra el PP, porque entre Vox y PSOE ya no hay nada más que el PP, y además en crecimiento, captando voto a su derecha e izquierda.
Ahora, el Gobierno de Sánchez prepara nuevos planes para hacer crecer a Abascal y debilitar al PP. Globos sondas o no, provocaciones como la anunciada exhumación de José Antonio Primo de Rivera o la reactivación de la ley que dejó Calvo a medio hacer para manipular la Historiografía de la guerra civil. Son claros ejemplos que buscan romper el espíritu de convivencia y la reconciliación entre españoles. En materia exterior y de Defensa no deja de dar argumentos al crecimiento de Vox. A ambos lados del Estrecho, su entreguismo a británicos y marroquíes espolea al votante de derechas, tanto de Vox, como del PP. El Brexit ofrecía una enésima oportunidad para ajustar las cuentas con la colonia británica. Intencionadamente se perdió otra oportunidad histórica. Ante el rearme marroquí, la propia portavoz de Defensa del Grupo Socialista del Congreso de los Diputados niega a la Armada Española la adquisición del cazabombardero F35-B, el cual se considera imprescindible para asegurar la superioridad militar-tecnológica de España y disuadir al vecino del sur de cualquier aventura bélica contra España.