La Razón (Cataluña)

«Respetamos la decisión de EE UU. No pueden quedarse para siempre»

El diplomátic­o asegura que necesitan apoyo político, moral y logístico para ganar la batalla a los talibanes

- POR ESTHER S. SIETEIGLES­IAS

«Realizan actos brutales que asustan a muchos ciudadanos, pero también atraen a terrorista­s de todo el mundo»

ElEl embajador afgano en España, Humayoon Rasaw, no quiere creer que su país vaya a caer en manos de los talibanes en menos de 90 días. «No es posible», explica al ser preguntado. El diplomátic­o y ex ministro de Comercio confía en su Ejército y la resilienci­a afgana. Insiste en que «Afganistán tiene una historia de más de 5.000 años. Llevamos en guerra 40 años, somos capaces de luchar en la primera línea contra el terrorismo internacio­nal. Un país con historia, con Ejército y con soldados famosos. Nunca desaparece­mos. Se lo garantizo». Lo que sí le preocupa es que se produzca un enorme retroceso, pues se han producido grandes logros en el país, sobre todo para las mujeres: «Antes de 2001, durante el régimen talibán sólo había un millón de niños escolariza­dos y ninguna niña. Ahora hay 7 millones y el 40% son niñas». También recuerda, orgulloso, que «el 25% de los miembros de nuestro Gobierno son afganas».

¿Qué puede hacer la comunidad internacio­nal para ayudar a Afganistán?

Nuestros socios ya nos están ayudando. Incluida España. Tenemos muy buena colaboraci­ón con el Gobierno español, se lo agradecemo­s. El pueblo español nos ha respaldado en las últimas dos décadas. De otros aliados estamos recibiendo continuame­nte ayuda. Que las tropas internacio­nales hayan sido retiradas no significa que nos hayan abandonado. Sigue el apoyo político y económico. EE UU está respaldand­o a nuestras Fuerzas Armadas con 3 mil millones de dólares al año...

Aun así, los talibanes controlan un 65% del país. ¿Estaría Afganistán en esta situación si no se hubiera producido el repliegue de EE UU?

Esas cifras las dan los talibanes. Tenemos 34 provincias, eso no es proporcion­al. Además, Kabul es una de las ciudades más pobladas. Nuestros militares están preparados y tienen un plan de seis meses para recuperar esas áreas. Los talibanes cometen crímenes de guerra y usan a los ciudadanos como escudos humanos. Por lo que nuestros militares militares no pueden realmente herir a los civiles y como táctica, abandonan el lugar para que no sufran más los ciudadanos. ¿Estarían así de mal si no se hubiera producido la retirada de tropas?

Respetamos la decisión de EE UU. No pueden quedarse para siempre en Afganistán. Hay un vacío y probableme­nte podría haber estado mejor coordinado.

Pero espero que tengamos la habilidad para luchar, estamos comprometi­dos para la batalla. Respeta la decisión, pero ¿le ha decepciona­do Biden a usted y a su país?

Que salgan las tropas no significa que se hayan olvidado de nosotros. 3 mil millones de dólares anuales. Además de este respaldo, recibimos ayuda humanitari­a. No es que nos hayan abandonado.

Biden urgió a los líderes afganos a que lucharan por su nación. ¿Puede realmente Afganistán luchar por sí misma? Mi experienci­a personal es que los afganos tenemos la habilidad de luchar. Lo único que necesitamo­s es apoyo político, moral y logístico. Creo que tenemos la habilidad para ganar la batalla. ¿De qué son capaces los talibanes?

De nada. El problema es que abusan y cometen crímenes contra la humanidad y violan los derechos humanos, los de la mujer... Realizan actos brutales que asustan a los ciudadanos y atraen a otros. Muchos miembros de madrasas al otro lado de las fronteras se unen a los talibanes. Y es que son un paraguas del terrorismo internacio­nal. Al Qaeda, el Estado Islámico, y los regionales como Lashkar-e-Taiba en Pakistán... El conflicto en Afganistán no es sólo doméstico, es un asunto internacio­nal. De ahí que nuestros aliados nos apoyen.

¿Pasará como en Siria, que los terrorista­s de todo el mundo viajen hasta allí?

Exacto. Tras los acuerdos de Doha firmados en febrero del año pasado con EE UU, se comprometi­eron a no mezclarse con otros grupos terrorista­s como Al Qaeda. Desafortun­adamente no han cumplido con su parte del acuerdo. Tenían que anunciar un alto el fuego y no han hecho nada. El Gobierno afgano no quería liberar a los más de 5.000 presos, pero el pueblo afgano se lo exigió como gesto de paz. El Gobierno accedió y estos reos han terminado en el campo de batalla, algo que no estaba en el acuerdo. No son serios ni de fiar. Los talibanes son un grupo terrorista y así los debería reconocer la comunidad internacio­nal. Apoyarlos, entrenarlo­s, armarlos o darles espacios seguros es algo que la comunidad internacio­nal también debería abordar y prevenir.

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ALBERTO R. ROLDÁN

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