El dinero vuelve a los mercados y abandona el oro
La mejora de la economía y las buenas perspectivas han llevado al valor de este metal precioso hasta valores precovid
Hace ahora justo un año, el precio de la onza de oro superó por vez primera en la historia los 2.000 dólares de valor y marcó un máxi mo histórico al cierre de los mercados, 2.033,90 dólares. Aquel impulso del precio de oro se benefició por la huida de los inversores de los mercados tradicionales debido a la incertidumbre económica y política provocada por la pandemia y a la decisión de los bancos centrales de recortar los tipos de interés e inundar los mercados con dinero en efectivo para responder a la ralentización del crecimiento.
A día de hoy, cuando se cumplen 50 años del fin del patrón oro –el sistema que obligaba a los países integrados en el FMI a mantener un tipo de cambio fijo respecto al dólar y al banco central estadounidense respaldado con su divisa de oro–, el precio de la onza de oro se ha situado en 1.780,85 dólares. Eso son 253 dólares menos que hace justo un año, en plena pandemia.
El oro es un activo utilizado por los inversores como valor refugio y como cobertura contra la inflación cuando los mercados inician una fuerte tendencia bajista –como ha pasado durante lo peor de la pandemia–, aunque los profanos deben tener en cuenta que es muy volátil –su volatilidad aumenta de forma brusca en las subidas y disminuye de forma más lenta en las caídas–, sufre importantes oscilaciones en su cotización, no paga ni intereses ni dividendos y solo se obtienen beneficios por la revalorización de su cotización, por lo que esta inversión no está libre de riesgos.
En los ocho primeros meses de 2020, el oro tuvo una revalorización del 20%, superior a los beneficios logrados en ese momento por el principal indicador bursátil norteamericano, el Nasdaq, que acumuló un 11%, y a años luz de los beneficios del principal mercado español, el Ibex 35, aquel agosto, que marcó resultado negativo anual, -22,10%. Pero ahora, prácticamente todo beneficio logrado en aquellos meses se ha perdido ya, al retornar ese dinero a los mercados financieros.