La CUP pone en jaque la viabilidad del Govern
Los anticapitalistas amenazan con tumbar los presupuestos, mientras ERC se abre a aprobar las cuentas del Gobierno
Esquerra se ha erigido en una pieza central en el tablero político español y catalán. Prueba de ello es que en los próximos meses se convertirá en protagonista a nivel nacional, como socio preferente del Gobierno para la aprobación de los presupuestos generales del Estado de 2022, y a nivel autonómico, con la necesidad de que prosperen las cuentas para el año que viene, que son vitales para la viabilidad del Govern de Pere Aragonès. De momento, los republicanos han tendido ya la mano al Gobierno para aprobar los presupuestos españoles, pero se hallan ante las trabas de la CUP para dar luz verde a los catalanes.
Por ahora, poco se sabe del perfil de las cuentas a nivel nacional, aunque ya empiezan a acelerarse los movimientos para aprobarlos. Esquerra dio un paso ayer para postularse como socio preferente del Gobierno y expuso su marco de juego: muestra máxima predisposición para entrar a debatirlos para tratar de mejorarlos (aunque están a la espera de la primera propuesta del ejecutivo) y dejarán fuera de las conversaciones la mesa de diálogo.
Este último elemento es importante ya que ligar las cuentas a la evolución de la mesa de diálogo hubiera comprometido mucho cualquier posibilidad de acuerdo. El foro de negociación echará a andar a partir del 13 de septiembre, pero se antoja muy complicado que haya avances inmediatos porque arrancará entre muchas presiones del independentismo más radical y con unas líneas rojas muy firmes del Gobierno (no está dispuesto a ceder en ninguna de las exigencias del separatismo: autodeterminación y amnistía).
«Entraremos a explorarlos, a negociarlos, porque creemos que es nuestra responsabilidad hacia la ciudadanía que nos dio su apoyo», afirmó la portavoz de los republicanos en una entrevista con «Europa Press», preguntada por qué rumbo tomarán con los presupuestos. «No creemos en eso de ‘cuando peor, mejor’, ni nuestra postura es la del ‘no a todo’, porque creemos que eso no es ser útil, y nosotros queremos ser útiles», añadió.
De esta manera, Esquerra enseña, más o menos, sus cartas, aunque también tendrá que lidiar con las otras dos formaciones con representación en el Congreso. En más de una ocasión, los republicanos han mostrado predisposición a la petición de JxCat para alinear posturas y votar juntos los presupuestos y eso podría suponer en los próximos meses un condicionante a pesar de que los republicanos ya tienen más que amortizado también el desgaste
Esquerra desliga los presupuestos del Estado de la evolución de la mesa de diálogo, que se reactiva en septiembre
de sus socios independentistas.
Los republicanos, que forman parte de la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez, facilitaron la aprobación de los presupuestos de 2021 y lo reivindicaron como un triunfo ya que subrayaron que habían conseguido beneficiosas contrapartidas (cifra récord en transferencias de capital (2.300 millones de euros), el levantamiento del control financiero o poner a debate el modelo fiscal de la Comunidad de Madrid).
Esquerra también tiene ante sí el reto de que prosperen los presupuestos de 2022 en Cataluña. Aunque la responsabilidad recae en una conselleria de JxCat (Economía), que lidera Jaume Giró, lo cierto es que está en juego la viabilidad del Govern presidido por los republicanos. En este sentido, necesitan aprobar las cuentas sí o sí porque arrastran las de 2020, que se elaboraron antes de que irrumpiera la pandemia.
Para aprobarlas, necesitarán del apoyo de la CUP, pero los anticapitalistas ya han puesto sus líneas rojas y la negociación se antoja complicada. El diputado de los cuperos en el Parlament Carles Riera aseguró ayer que sería un «obstáculo y un problema» incluir recursos para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat (rechazan cualquier tipo de obra porque implicará aumentar el tráfico aéreo y eso es «incompatible» con la lucha contra el cambio climático). También rechaza partidas para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y la inyección de 19 millones de euros al Circuit de Catalunya, tal y como recordó el parlamentario cuperio en una entrevista de «Catalunya Ràdio».
No obstante, puntualizó que está por ver la propuesta presupuestaria del Ejecutivo de Pere Aragonès y advirtió de que la CUP no firmó ningún acuerdo de estabilidad con el Govern, sino que pactó la investidura de Aragonès.
Como alternativa a la CUP, podría emerger tan solo el PSC (podría intercambiar el apoyo a las cuentas de España por las catalanas) ya que los Comunes tampoco andan muy predispuestos a apoyar a los republicanos por la operación del Aeropuerto y por el rumbo que tomó durante la investidura al pactar con JxCat y dejar de lado una mayoría de izquierdas (tripartito de ERC con socialistas y morados).