El lío de Leo
Ha sido la semana-recontra-semana de Ibai Llanos, que ya llevaba muchos meses (para algunos, años) estando en nuestros corazones. Abrías un cajón en tu casa y ahí aparecía, entre los cubiertos del postre; veías forma en una nube y tenía su misma cara; pedías la clave de la Wifi de un bar y, oh, sorpresa, era ibaillanos, todo junto. Resulta que Ibai, streamer de moda, fue el elegido por Messi para asistir a su cena de despedida en Barcelona y también fue el designado VIP cuando el astro argentino llegó a Paris para fichar por el PSG. A partir de ese momento, se abrió un debate sobre si eso acabaría con el periodismo, si era periodismo, si estaba por encima del periodismo o si el vasco era poco menos que el mesías o el anticristo de la prensa deportiva. Voy a decir algo tan obvio que pareceré exactamente lo que soy, una tonta: eso no es una entrevista. Y vamos a decir otra tontuna, para que la primera no se quede ahí suelta: eso es un encuentro amable. Y ahí radica la gracia, que Ibai le dice a Leo lo que no le diría un periodista, pero es tan naif, Messi está tan relajado, que mola verlo. Eso sí, no se puede encuadrar en nada que no sea asistir al momentico entre dos personas con muchos seguidores que se caen bien y que están a gusto. La gracia es ver esa exactamente. Hay varias preguntas que hacerse. ¿Están los personajes encontrando otros canales amables para llegar a sus seguidores? Seguramente. ¿Les gusta más que el periodismo al uso? Claro. ¿Prefieren charlar animosamente con un streamer o con el conductor de un programa de entretenimiento que someterse a las preguntas de un periodista? Posiblemente les sea mucho más divertido y menos comprometido. ¿Es incompatible con el periodismo? Para mí, es complementario, porque las preguntas jodidas habrá que seguir haciéndolas. ¿Hacen siempre los periodistas preguntas jodidas? No. ¿Suelen escoger los personajes a los entrevistadores más punzantes y críticos? Pues no. Pues si el periodismo cede, los Ibai serán, lógicamente, competencia.