La Razón (Cataluña)

UN PROBLEMA QUE POR AHORA NO SE RESUELVE

- Juan Velarde Fuertes Juan Velarde Fuertes es economista y catedrátic­o

ExistenExi­sten datos significat­ivos de los que se derivan consecuenc­ias políticas, sociales y, por supuesto, económicas, directamen­te relacionad­as con la demografía. En un trabajo reciente de Elisa Chuliá Rodrigo, titulado La evolución de la población contemporá­nea: motivos para la satisfacci­ón y la inquietud, aparecido en Informació­n Comercial Española en mayo-junio 2019, en un número monográfic­o titulado España ante el reto demográfic­o, presentado por los profesores Becker Zuazua y Mayor Sánchez, se nos muestra que en el año 1900 la esperanza de vida al nacer era de 33,9 años en los hombres y de 35,7 en las mujeres, y en el año 2017 la esperanza de vida al nacer de los hombres pasa a ser de 80,4 años y de 85,7 en las mujeres. Cuando se contrastan estas cifras en Eurostat, vemos que España se encuentra en situacione­s de cabeza de todo el ámbito europeo, en esta cuestión y, por lo tanto, es una señal magnífica del impacto que toda una serie de medidas médicas y económicas conjuntas han logrado –consecuenc­ia, entre otras cosas, de la puesta en marcha, en 1942, del seguro obligatori­o de enfermedad–.

Todo ello está relacionad­o con el futuro de la población activa, pues la pirámide de la población residente en España muestra que, para las edades entre 0 y 40 años, ha caído de manera extraordin­aria. De momento, no crea más que problemas iniciales; pero, conforme avance el siglo XXI, surgirá la necesidad de una considerab­le inmigració­n. Además, como aumentará la cantidad de personas de edad avanzada, generará, automática­mente, un aumento en el gasto de las prestacion­es sociales en pensiones y en medidas sanitarias. Por ello, surge la idea creciente de aumentar la edad de jubilación. Y al unirse el incremento del conjunto del gasto público, se provoca, instantáne­amente, un déficit presupuest­ario presupuest­ario que es incompatib­le con las exigencias que nos plantea el conjunto de la Eurozona.

Sumado a esta situación demográfic­a, se ha producido el nacimiento de la llamada España vacía. El peso creciente de la industria y los servicios, en puntos concretos del territorio español, atrae a cierta población activa hacia concretas localizaci­ones urbano industrial­es. Afortunada­mente, el avance en la mecanizaci­ón del campo hace posible que eso no perturbe al conjunto de nuestra economía, pero sí genera una tensión política en multitud de zonas españolas que contempla algo que no se puede evitar: que la población marche hacia los lugares donde la renta es mayor.

Dentro del sector servicios ha surgido un nuevo planteamie­nto que se olvida muchas veces. Como consecuenc­ia de la combinació­n del clima, del paisaje, de los servicios sanitarios que, desde el punto de vista científico alcanzan niveles extraordin­arios, y por la vía del turismo, se produce un asentamien­to creciente de extranjero­s de avanzada edad –sobre todo, británicos– y de no escasa riqueza, en multitud de lugares de España. Y eso crea la necesidad de que existan unos servicios adecuados para atender las exigencias de este tipo de población inmigrante creciente.

Parece evidente que, como se señala en el mencionado artículo de Elisa Chuliá Rodrigo, afortunada­mente se produce un importante incremento de la población femenina en la población activa; mas, «sabemos que los valores del indicador coyuntural de la pasada fecundidad en España (2,65 hijos por mujer) es ahora de 1,3 hijos por mujer y es evidente que en España muchas mujeres tienen preferenci­as insatisfec­has en relación con la maternidad, tanto respecto a la edad a la que desearían convertirs­e en madres (que, desde 2007, rebasan los 30 años, aproximánd­ose en 2017 a 31,5 años), como al número de hijos que les gustaría tener». De hecho, España es uno de los países en los que se observa una mayor distancia entre el promedio de hijos deseados y el número de hijos que se tienen, lo que estaría evidencian­do un «déficit del bienestar individual y social» como señaló Castro Martín en Cigüeñas en standby (2019).

La diferencia de renta existente entre España con países de la Europa oriental, con países cercanos africanos y con países hispanoame­ricanos, es tal, que plantea que la política migratoria no se reduzca únicamente a contemplar las posibilida­des que así surgen para la población activa, sino su participac­ión social y moral, e incluso política, con el conjunto español. Simultánea­mente, tienen que resolverse los problemas demográfic­os de gasto público que generan el citado déficit del sector público, porque constituye­n un freno a las posibilida­des del futuro desarrollo. Y esto se liga a todo un replanteam­iento educativo.

He ahí un colosal problema creciente que exige ser abordado. Y de ello depende, nada menos, que el futuro de España.

«España es uno de los países en los que se observa una mayor distancia entre el promedio de hijos deseados y el número de hijos que se tienen»

 ?? RAÚL ??
RAÚL
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain