Un temblor letal sacude Haití
Un terremoto de 7,2 grados deja decenas de muertos cuando el país caribeño aún no ha superado la crisis política tras el magnicidio. Las imágenes recuerdan al seísmo de 2010 que dejó 300.000 muertos
Haití sufrió ayer un terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter la mañana de ayer a las 8:29 hora local (14:29 hora peninsular española) que ha provocado la muerte de al menos 29 personas, entre ellos dos niños de siete y nueve años de edad, aunque se teme que el número de víctimas aumente por el nivel de la destrucción. El primer ministro interino del país caribeño, Ariel Henry, calificó la situación de «dramática» y confirmó «varias pérdidas de vidas humanas» en el país más pobre de América. El epicentro del potente seísmo se registró a unos 8 kilómetros de la ciudad Petit Trou de Nippes, al oeste del país, a una profundidad de 10 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos. El organismo norteamericano alertó de que era «probable» que el terremoto dejase «un alto número de víctimas» y daños materiales «significativos». Esta agencia norteamericana emitió una alerta de tsunami, ante la posibilidad de que el seísmo provocase enormes olas en el Caribe, pero fue desactivada más tarde. El seísmo fue más intenso pero se produjo a menos profundidad que el temblor de 2010, que causó 300.000 muertos y una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI. Los dos niños fallecidos fueron identificados en la población de Aquin, al oeste de la isla que Haití comparte con República Dominicana, junto a dos adultos que también perdieron la vida. Un quinto fallecido fue localizado en Nippes, informó el coordinador de protección civil, Fidel Nicolás, a la espera de la primera evaluación oficial de las consecuencias del seísmo. El hospital de Les Cayes recibió un gran número de heridos. La prensa local reporta importantes daños en las localidades de Sanit-Louis du Sud, Les Cayes y Jérémie.
Minutos después del terremoto, se produjo una réplica de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, de nuevo con origen a 10 kilómetros de profundidad. Este temblor se sintió durante unos segundos en la capital, Puerto Príncipe, a unos 130 kilómetros del epicentro. El hospital Saint-Antoine, uno de los más importantes de la zona afectada, se vio colapsado de pacientes. Necesita refuerzos de personal y medicinas para atender la emergencia. La ONG Nuestros Pequeños Hermanos lleva 35 años prestando apoyo humanitario a las familias haitianas. Su director en España y presidente en Europa, Xavier Adsara, explicó a LA RAZÓN que «hay muchas personas atrapadas entre los escombros a los que se les está intentando salvar la vida como ocurrió en 2010». «La zona del terremoto está desbordada. Los equipos de rescate son insuficientes. La presencia de grupos armados que controlan muchas zonas del país hace más complicado el envío de ayuda a las poblaciones afectadas. El contexto político, social y económico es dramático y ha empeorado gravemente los últimos dos años. El sismo profundiza la crisis humanitaria que vive el país». Adsara señala las prioridades para minimizar los efectos del potente temblor: «Sencillamente salvar vidas. Proteger a los habitantes que han podido escapar del terremoto y sus consecuencias. Hay que encontrarles un lugar donde se puedan cobijar, descansar y recibir alimentos. Vamos a necesitar alimentos y medicinas para poder crear cordones humanitarios para los afectados. Se van a necesitar psicólogos». Adsara destaca que Haití necesita un gran apoyo internacional para afrontar esta tragedia humanitaria.
El primer ministro interino dio ayer la orden de movilizar por completo «todos los recursos» del Gobierno haitiano para ayudar a las víctimas y apeló a la cooperación de la población para salvar el mayor número de vidas posibles en esta nueva tragedia que asola al país. El presidente estadounidense, Joe Biden, por su parte, autorizó ayer una «respuesta inmediata» al terremoto. La comunidad internacional anunció ayer una movilización para aplacar la tragedia.