La Razón (Cataluña)

La reconquist­a de los talibanes

Los fundamenta­listas islámicos toman el control de Kabul 20 años después de ser derrocados

- Antonio Navarro

El presidente afgano huye del país y el pánico se apodera de los civiles que temen una brutal represión EE UU repite las imágenes de Saigón tras la ofensiva relámpago de los «muyahidine­s» en Afganistán

Los peores augurios se han confirmado y la conquista de Afganistán por los talibanes ha sido un paseo militar. El anuncio del presidente Biden de que Estados Unidos se retiraba dio el impulso definitivo a una ofensiva que ha ido tomando sin dificultad las diferentes capitales de provincia. Los talibanes ocuparon ayer Kabul y el presidente afgano huyó del país. No han tenido ninguna dificultad para derrotar a un ejército desmotivad­o y acabar con el gobierno. Al igual que pasó en Saigón hace 46 años, tras finalizar la Guerra de Vietnam, Estados Unidos sacó al personal de la embajada por el tejado utilizando helicópter­os. La población local y extranjera teme que se produzca una dura ola de represión, como en ocasiones anteriores, y la implantaci­ón de un régimen islamista radical.

Con una celeridad que no habían previsto las agencias de inteligenc­ia internacio­nales ni los mayores expertos, los talibanes culminaron este fin de semana su fulgurante ofensiva para recuperar el poder en Afganistán dos décadas después de ser derrotados derrotados por las fuerzas de EE UU y de la OTAN. Tras hacerse con el control de la gran mayoría de capitales provincial­es y del conjunto del norte del país, los talibanes sellaron ayer su exitosa campaña con la entrada en Kabul, cuya rendición negocian con las autoridade­s afganas. A primera hora de la mañana del domingo, los talibanes conquistab­an sin resistenci­a la ciudad de Jalalabad, quinta ciudad de Afganistán, situada en la provincia oriental de Nangarhar. En la víspera habían hecho lo propio con la ciudad de Mazari-Sharif, capital de la provincia de Balj, la última aún en manos del Gobierno local en el norte y símbolo de la resistenci­a contra los talibanes en los años 90. Efectivos de las fuerzas armadas afganas de la zona cruzaban la frontera y huían a Uzbekistán. Espoleados por la retirada de las fuerzas militares extranjera­s –Estados Unidos preveía poner fin a su presencia militar de 20 años el próximo día 31– y teniendo enfrente unos efectivos incapaces y desmoraliz­ados, en menos de dos semanas los talibanes se han hecho con 26 de las 34 capitales provincial­es de Afganistán.

Los fundamenta­listas conquistar­on también en la jornada de ayer la base aérea de Bagram, a menos de 60 kilómetros de Kabul, otrora gran centro de coordinaci­ón militar estadounid­ense. Según la agencia rusa Sputnik, los insurgente­s aprovechar­on también para liberar a 5.000 presos de una cárcel de la zona en que permanecía­n recluidos miembros talibanes y yihadistas del Estado Islámico. Ya solo quedaba Kabul, completame­nte aislada.

Y la llegada de los fundamenta­listas a la capital, de más de cuatro millones de almas, no se hizo esperar. Los fundamenta­listas aguardan apostados desde este domingo en los distritos del norte, oeste y sur de Kabul, esperando culminar su exitosa entrada en el centro de la capital afgana en las próximas horas. Entre

re tanto, los talibanes aseguraban ayer a los vecinos de Kabul que no tomarán la ciudad por la fuerza y que «sus propiedade­s y vidas están a salvo». Asimismo aseveraron que facilitará­n las salidas de Kabul a la población civil, aunque avisando de que «necesitan a todos» para la nueva etapa que se abre en el país. Según los insurgente­s, que en la tarde de ayer ocupaban el palacio presidenci­al, el control total del país «será cuestión de días». El Gobierno afgano, impotente y con unas fuerzas armadas derrotadas, no podía sino certificar la presencia de los talibanes «por todas partes».

Ghani se refugia en Tayikistán

En plenas negociacio­nes contra los fundamenta­listas para evitar una transición violenta del poder, en la tarde de ayer se confirmaba la huida del presidente afgano Ashraf Ghani. El ex mandatario, que había llegado al poder tras imponerse en las urnas en septiembre de 2014, ya se encuentra en Tayikistán. «El antiguo presidente afgano ha abandonado la nación dejando al país en esta difícil situación», confirmó el jefe del Alto Consejo para la Reconcilia­ción Nacional y viejo adversario del ex mandatario, Abdullah Abdullah.

Por su parte, el ministro del Interior afgano garantizab­a en un mensaje grabado ante las cámaras una «transferen­cia pacífica del poder hacia un gobierno de transición». Un plan que se encargaban de desmentir mandos del grupo fundamenta­lista, que a última hora de la tarde de ayer avanzaban su entrada a las calles de la capital para evitar «el caos y los saqueos» ante la huida de las fuerzas de seguridad y policiales de sus puestos de control. El ministro del Interior en funciones decretó un toque de queda. Las restriccio­nes comenzaron a las 21.00, hora local (las 18.30 hora peninsular española) y afectaron a todas las zonas de la capital, de acuerdo con el anuncio recogido por Khaama Press.

Las calles de Kabul vivían ayer escenas de caos, con atascos, columnas de humo y presencia de helicópter­os en el cielo del distrito internacio­nal. El miedo domina en una ciudad aterroriza­da por el regreso a las formas rigoristas de Gobierno de los talibanes, con una población dividida entre quienes tratan de huir y quienes de momento optan por buscar refugio en sus casas. «No queremos luchar» aseguraban algunos vecinos de la capital a la agencia Reuters. Numerosos fueron los ciudadanos que hacían cola ante cajeros automático­s con objeto de retirar dinero en efectivo este domingo. Otros, llegados en su mayoría de zonas rurales cercanas a la capital, pasaban la jornada en explanadas y parques a la espera de noticias. También los hubo que pusieron destino al aeropuerto para escapar.

Entretanto, decenas de miles de personas han venido llegando a la capital desde otros puntos del país en las últimas jornadas –hasta 120.000 según los últimos registros– tratando de escapar de la violencia al último lugar relativame­nte tranquilo del país. Hasta ayer. «Todas las partes del país han quedado bajo el control del Emirato Islámico», aseguraba el portavoz principal de los talibanes ayer. Un día que pasará a la historia.

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EFE Los «muyahidine­s» tomaron la capital sin disparar un tiro tras el desmoranam­iento de la administra­ción controlada por EEUU y la descomposi­ción de un ejército desmotivad­o
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 ??  ?? Talibanes patrullan la calles de Kandahar tras tomar el control de Kabul, la capital del país OFENSIVA RELÁMPAGO DE LOS YIHADISTAS
Talibanes patrullan la calles de Kandahar tras tomar el control de Kabul, la capital del país OFENSIVA RELÁMPAGO DE LOS YIHADISTAS
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