«FACT-CHECKING»
LA DECLARACIÓN
El Gobierno no ha podido actuar sobre la factura de la luz, salvo en la rebaja temporal del IVA, por las normas comunitarias que regulan la producción y venta de la energía eléctrica. Bruselas es muy severa con la prestación de bienes y servicios, como la energía, por debajo de su coste de producción.
Las normas tratan de proteger el libre comercio frente a las prácticas irregulares de los socios. El régimen talibán no será tan extremista y radical como el que fue derrocado por las fuerzas occidentales hace 20 años, cuando estaba dirigido por el mulá Omar. Los talibanes han aprendido de aquella experiencia, cuando la mayoría de la población afgana les dio de lado y se negó a combatir contra los norteamericanos.
De hecho, los islamistas han prometido una amnistía general para todos aquellos que colaboraron con las fuerzas internacionales de ocupación. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aseguró a principios del pasado mes de julio que la posibilidad de que los talibanes ocuparan y controlaran todo el país era poco probable. Antes, en abril, el inquilino de la Casa Blanca había mantenido que sus tropas no protagonizarían una carrera apresurada de salida.
El 14 de agosto, un informe del Pentágono preveía la caída de Kabul para no menos de un plazo de 90 días.
VERDADERO O FALSO
LA REALIDAD
Hasta en tres ocasiones, entre los meses de marzo y agosto de este año, 2021, los comisarios europeos de la Energía, previa consulta, informaron al Gobierno español que los impuestos especiales que aplicaba sobre la factura eléctrica estaban muy por encima de los mínimos marcados por Bruselas. También, que se podían aplicar rebajas especiales a los hogares vulnerables.
La primeras señales indican todo lo contrario de una supuesta moderación de los nuevos talibanes. En ciudades como Kandahar, que lleva más de una semana ocupada, se ha detenido a miembros de asociaciones de defensa de Derechos Humanos y muchas mujeres que se presentaron a sus trabajos fueron devueltas a sus casas bajo la custodia de hombres armados.
Pocas veces, ni siquiera cuando el proceso de vietnamización de la guerra en el surestre asiático, los analistas del Pentágono y de la CIA, que asesoran al presidente de los estados Unidos, habían sufrido un fallo tan catastrófico en al prever los acontecimientos. Sabían, eso sí, que el gobierno de Kabul no podría mantenerse, pero calculaban que aguantaría, al menos, un año.