La Razón (Cataluña)

Invasión de medusas en las playas de Barcelona

Más de 300 personas han necesitado asistencia sanitaria por picaduras

- D.Fernández

La bandera amarilla advierte, desde ayer, a los usuarios de nueve playas de la ciudad de la presencia de medusas. Tal como muestra la web de Baños y playas del Ayuntamien­to de Barcelona, únicamente queda libre la playa de Bogatell y la zona de baños del Forum. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se pueden desplazar y puede ir variando su presencia durante el día y la semana.

Se trata de medusas de dos especies diferentes: la pelagia y rhizostoma pulmo, ambas frecuentes en el litoral Mediterrai­n. No son peligrosas ni excesivame­nte grandes, pero sí son urticantes: sus picaduras provocan muchas molestias y la sensación de quemadura. Es por ello que no se prohíbe el baño, pero sí se aconseja no adentrarse demasiado e ir con precaución para evitar acercarse.

A pesar de las llamadas a la precaución, la última semana se han tenido que asistir un total de 329 personas por picaduras de medusas. El lunes se registraro­n 73 y martes 60. Este miércoles, algunos bañistas han sufrido hasta ocho picaduras. Para evitar más casos, los expertos recomienda­n no acercarse, no cogerlas y esquivar los tentáculos, que son los que producen las urticarias.

Hace días que las medusas rondan por el litoral barcelonés, llevadas por las corrientes marinas cálidas. De hecho, el lunes 16 de agosto ya hizo alzar la bandera amarilla en cinco playas y se tuvo que anular, por precaución, el servicio de baño asistido para personas con problemas de movilidad. En ese momento se detectó el banco de medusas en frente de la costa, pero aún a cierta distancia.

La presencia de este banco de medusas -un hecho habitual en los veranos en las costas mediterrán­eastiene mediterrán­eastiene relación con varios factores. Por un lado, las temperatur­as altas del mar, que oscilan en torno a los 25 grados. Por otro, la sequía hace que no llegue suficiente corriente de agua dulce procedente de los ríos y, por tanto, tengan más fácil acercarse a las playas. Se da

El lunes ya se tuvo que izar la bandera amarilla en cinco playas de la capital catalana y ayer ya fue en ocho

el caso de que las medusas buscan agua bien salada, y si el capitales de los ríos es bajo, el agua dulce que llega a la costa también baja. Otra razón son las corrientes marinas. Sin temporales ni grandes olas, han podido acercarse al litoral.

Hace tres semanas ya se registró una importante invasión de medusas a las playas españolas. La Universida­d de Granada ha compartido imágenes de la especie «Rhizostoma Luteum», un tipo de medusa gigante muy poco frecuente en el Mediterrán­eo pero que ha sido hallada en la costa andaluza en las últimas semanas.

Concretame­nte, este animal puede llegar a pesar hasta 40 kilos, aunque las muestras recogidas en Granada tienen un peso aproximado de 7 kilos. La primera vez que se tuvo noción de esta especie en España fue en 2012, cuando se produjeron más de 50 avistamien­tos en la costa murciana y en las playas de Almería, Granada y Málaga.

Como han podido presenciar algunos bañistas en años anteriores, estas medusas pueden acercarse a la orilla si son atraídas por grandes corrientes, hasta el punto de pisar la arena. Ante estos, algunos reconocen intentar desplazarl­as, como hacen con las medusas más pequeñas (y más venenosas).

Sin embargo, se pide justo lo contrario: no hay que cazarla, sacarla del agua ni moverla, sino evitar el contacto y dejarle paso a unos metros de la orilla. Y no porque sean peligrosas (a pesar de que coman hasta cuatro veces más cantidad que otras de su especie, solo lo hacen con plancton), sino porque suelen llegar a tierra en esta crítico, que podría causar su fallecimie­nto.

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EUROPA PRESS Imagen de archivo de un banco de medusas

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