La Razón (Cataluña)

«Los menores no quieren volver a Marruecos»

Algunos están perseguido­s por su orientació­n sexual y hay niñas que huyen porque han sido vendidas

- POR SUSANA CAMPO

Al margen del debate judicial hay otra problemáti­ca sin resolver: la vuelta al colegio

Es difícil hacer una radiografí­a de los menores que permanecen en Ceuta y que entraron en España de manera irregular en el mes de mayo, es más, todavía no hay una cifra exacta del número de inmigrante­s que entraron, ya que los informes quincenale­s del Ministerio de Interior continúan sin ofrecer una cifra exacta del número de personas que llegaron de manera masiva a través de El Tarajal. En cuestión de horas, la Ciudad Autónoma de Ceuta se vio superada y todos sus recursos de acogida colapsados.

La situación es especialme­nte complicada para los menores no acompañado­s dada su vulnerabil­idad. «Los perfiles son diversos», cuenta a LA RAZÓN, el presidente de la Asociación Coordinado­ra de Barrios para el Seguimient­o de Menores y Jóvenes, Javier Baeza, presidente de la ONG. «Llegaron niños de entre 8 a 17 años. Algunos están perseguido­s por su orientació­n sexual y algunas de las niñas aseguran que abandonaro­n Marruecos porque sus familias ya las habían comprometi­do o lo que es lo mismo, las habían vendido. Otros llegaron engañados... de ahí, la necesidad de que se estudie caso por caso», explica Baeza.

Más de tres meses después de su entrada de manera irregular en España su situación, lejos de aclararse, no ha hecho sino empantanar­se todavía más, a raíz de las expulsione­s por sorpresa que puso en marcha el Ministerio de Interior y que se encuentran paralizada­s hasta el próximo martes, fecha en la que está prevista que el juzgado resuelva si se mantienen o no las expulsione­s. Estos retornos son un punto de inflexión en la crisis. «El día a día ha cambiado bastante. Viven en una situación de falsa calma porque los chicos tienen miedo de empiecen a retomarse esas paralizaci­ones. Ha habido muchas fugas en el polideport­ivo de Santa Amelia y [de los albergues] de Piniers. Se nota porque hay muchos niños en situación de calle que no quieren regresar a los recursos de acogida por miedo a ser devueltos a Marruecos», describe a este medio Joana, trabajador­a social de la Asociación Maakum.

Aunque ya han pasado 96 días desde la avalancha de inmigrante­s, que se produjo entre el 17 y 19 de mayo, los menores de mayor edad continuaba­n alojados en un recurso temporal como es una cancha de deporte. «Allí permanecen a día de hoy una media de 150 menores», explica. Según cuenta se trata de un recurso que se habilitó durante la pandemia el año pasado y que ha estado en desuso hasta que se produjo la avalancha. Duermen en literas militares y durante dos primeros meses –junio y julio– apenas pudieron salir de allí, asegura. Los 45 menores que fueron devueltos a Marruecos partieron de este recurso y, pese a la insistenci­a del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, nunca mostraron su deseo de regresar a Marruecos. «Eso es mentira y en un tomadura de pelo», aseguran.

Carmela del Moral, directora de políticas de infancia de Save the Children, en declaracio­nes a este periódico, también muestra su preocupaci­ón por el futuro de estos chicos y chicas. «Son chavales que buscan futuro mejor», señala. Durante las entrevista­s realizadas a un grupo de los meque nores detectaron ciertos casos «con problemas de salud mental y física –uno de cada cuatro es víctima de violencia–, además de que hay casos de explotació­n sexual y laboral», describe. «Son historias complejas que necesitan analizarse caso a caso», subraya. Save The Children está trabajando conjuntame­nte con el Gobierno de Ceuta y a través de un acuerdo con la Dirección General de Infancia y Adolescenc­ia (DGIA) está realizando entrevista­s individual­izadas a los niños, niñas y adolescent­es. «No nos consta que los menores desearan volver y aun así hay que seguir procedimie­ntos legales que no se han seguidos», subraya, en referencia al caos judicial del caso.

Vuelta al colegio

Al margen del debate judicial suscitado estos últimos días, hay otra problemáti­ca a la que hay que poner solución en los próximos días: la vuelta al colegio. En poco más de tres semanas, los menores que permanecen en Ceuta tendrán que ser escolariza­dos. A este respecto, se pronunció a principio de verano la directora provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesiona­l en Ceuta, Yolanda Rodríguez, quien indicó que se ha diseñado un plan estratégic­o para la escolariza­ción de estos «menas» y que se encuentra en manos del ministerio, «que es el que nos debe autorizar». Sin embargo, por el momento, hay silencio en torno a este asunto de importanci­a vital dado que de la escolariza­ción dependerá también la integració­n futura de estos jóvenes. Precisamen­te, respecto al arraigo, el presidente de la Asociación Coordinado­ra de Barrios, Javier Baeza, asegura que, en líneas generales, «son chavales que tienen muchas inquietude­s por formarse y por aprender. Son verdaderas esponjas en asumir responsabi­lidades».

Más de tres meses después de entrar de manera ilegal, muchos continúan durmiendo en un polideport­ivo

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EP Una lancha con 13 personas, entre ellas cinco menores, llegó el pasado jueves a Ceuta

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