¿Lejana China?
Las «La Cina é vicina» («China está cerca») era el título provocador de una película de Marco Bellocchio en los años del maoísmo. Hoy el inmenso país asiático está más cerca que nunca con una presencia comercial y política muy intensa en los cinco continentes. Y es un fenómeno destinado a crecer.
La Iglesia católica y el régimen comunista chino se observan a distancia pero Roma dialoga dentro de lo posible con las autoridades de Pekín. El cardenal Parolin, secretario de Estado, en unas recientes declaraciones afirma que espera que «lo antes posible se puedan retomar los encuentros para tratar muchos temas que hay sobre el tapete». Se refería al acuerdo firmado en el año 2018 sobre el delicado asunto del nombramiento de obispos. Pocos días antes el Vaticano confirmaba la ordenación episcopal de un obispos para la diócesis de Pingliang y añadía: «Monseñor Antonio Li Hui es el quinto obispo chino nombrado y ordenado en el cuadro normativo del Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de Obispos en China». Sin triunfalismo se reconocía que a pesar de las dificultades proseguía la renovación del episcopado chino.
Más importante aún ha sido el nombramiento de un nuevo obispo de Hong Kong, diócesis que carecía de obispo desde hace más de dos años. El elegido es un jesuita chino de 62 años. El padre Stephen Chow Seu-Yan, especializado en temas educativos en EE UU, ha demostrado ser un experto navegante en las aguas turbulentas que han agitado recientemente la ex colonia británica.Haactuadoconflexibilidad y firmeza al mismo tiempo, con pragmatismo. Su elección es, al mismo tiempo, una advertencia a un sector de la iglesia católica de Hong Kong que ha criticado virulentamente a las autoridades de la República Popular China.