Belén Esteban, estrella o estrellada
LoLo ha conseguido antes de lo que imaginaba. Milagros de nuestro país, siempre poco selectivo y exigente, somos así de generosos: Belén Esteban ya es uno de nuestros nuevos personajes populares, conocidos y casi me atrevería a decir que también queridos, no hay que andarse por las ramas. Se lo ha ganado a pulso elevándose desde su humilde existencia y, al fin, la buena de Belén ya figura entre «las más», aunque muchos todavía no lo entienden. Pero así hemos cambiado entendiendo que son otras las circunstancias de cuando encabezaban las vips de este país Beatriz de Orleans o Pitita Ridruejo. Esa alcurnia social que devenía de manera natural en las páginas de la crónica social. El tiempo demostrará si nos equivocamos. Pero es lo que hay, debemos digerirlo y entenderlo. No hacerlo así supondría un gran fallo. Primero hay que intentarlo para ver en que queda todo y se imponen nuevas soluciones, aunque quizá sobrevaloremos a la rubia lanzada vertiginosamente tememos que con precipitación y alevosía. Toquemos madera mientras se gesta la que puede ser lo mismo un inesperado subidón social que estrepitosa y decepcionante caída en picado. El tiempo tiene la palabra y resolverá si es relativamente fácil alcanzar y sostener este recién estrenado estrellato. Tengo mis dudas y toco madera aunque deseo lo mejor para ella que es una luchadora incansable. Tal esfuerzo merecería conseguir el mejor premio. ¿Hablamos de la fama eterna? Pues sí Como acaso lo consigue Alejandro Sanz en sus llamativas vacaciones andaluzas con la artísta plástica cubana Rachel Valdés, una de las nuevas parejas más perseguidas del verano. Se entiende la razón con solo mirar unos segundos susu fotografías. Sanz y Valdés no son muy de prodigarse pero hicieron oficial su relación el noviembre pasado cuando, tras cinco meses de romance, acudieron de la mano a los Grammy Latinos. «Me encanta la metáfora del vértigo...Te amo vida mía», le piropeaba el cantante en un vídeo subido a redes sociales en el que se veía a la pareja en pleno proceso creativo. Más contenida y sutil, la artista se limitaba a publicar en su Instagram una imagen en la que aparecen junto a un libro de fotografías inéditas de Alejandro Sanz titulado «Manos». Lo cierto es que esta pareja tiene encanto físico y sentimental, su imagen encandila igual que esas doradas e inmensas playas gaditanas tan cerca del Santuario de la enorme Regla tan querida por Rocío Jurado, donde ahora doña Esperanza Aguirre recupera fuerzas y coge color. Aunque muy diferente es el ponerse negra de Patricia Conde condenada a pagarle dos millones a Hacienda. Aqui permítanme la sinceridad. En 2007, 2008 y 2009 -¡vaya jeta!- pasaba como profesionales los gastos personales, ojito con eso, reformas en su casa de La Moraleja, Alcobendas, donde estableció su empresa de representación artística y los estudios de grabación y producción, algo iIegal en toda la regla. La sentencia detalla algunos de los gastos atribuídos a la producción de programas de televisión. Estos incluyen «compras en cerrajería, en Bimba y Lola, Zara, Hipercor, o en el Corte Inglés. De ahí la condena e indemnización que ahora le imponen ejemplarmente. La Audiencia nacional ha desestimado la petición de Conde de anular las multas por cometer «defraudación consciente y voluntaria». Debe 1,1 millones de euros al erario público. Que Hacienda somos todos, querida y muy oxigenada presentadora.