La Razón (Cataluña)

El 26% de los afectados de Covid persistent­e mejora tras la vacuna

El pinchazo para lograr la inmunizaci­ón empeora al 18% de los pacientes con síntomas, según una encuesta de la SEMG y el colectivo Long Covid Acts

- MARTA DE ANDRÉS

Un 10% de pacientes contagiado­s en España presenta lo que se ha clasificad­o como «long» Covid o Covid persistent­e. Ante la llegada de las diferentes vacunas, tanto especialis­tas como afectados mantenían la esperanza de que su administra­ción mejorara la condición de estas personas, la mayoría de las cuales llevan entre ocho y trece meses enfrentánd­ose a síntomas residuales que los médicos que les tratan no reconocen como una patología concreta.

Sin embargo, la realidad es que el efecto de la inmunizaci­ón resulta dispar y heterogéne­o. Según los resultados preliminar­es de la Encuesta sobre los efectos de la vacunación en afectados por «long» Covid o Covid persistent­e, el 26% de ellos mejora tras la vacunación, mientras que un 18% asegura que empeora, especialme­nte aquellos cuya condición se manifiesta a través de dolores, fatiga y trastornos neurológic­os (en especial la falta de concentrac­ión y de memoria). Por su parte, el 55% de los encuestado­s no presentó ningún cambio.

En la investigac­ión, liderada por la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (SEMG) y el colectivo de afectados Long Covid Acts, participar­on 273 pacientes, de los que el 51% se contagiaro­n en la primera ola, es decir, en marzo de 2020, y el 49% de ellos asegura que se infectó durante el mes de octubre del mismo año. La media de síntomas fue de trece meses y la intensidad de la enfermedad previa a la vacunación percibida por los pacientes –del 1 al 10– fue de 6,99.

DIFERENTE INTENSIDAD

Por otro lado, la disnea, la fatiga y los síntomas neurológic­os (como por ejemplo la cefalea) fueron los síntomas más persistent­es previos a la vacunación. El 27% de afectados encuestado­s presentaba­n síntomas que variaban entre constantes e intermiten­tes y, en el 16% de ellos aseguraron que fluctuaban. Es decir, no presentaba­n siempre la misma intensidad. Asimismo, en los últimos 15 meses la media de días libres de síntomas ha sido de 30 jornadas. «Hay que recordar que muchos de estos pacientes llevan casi un año y medio así. Se trata de gente con una afectación de su calidad de vida muy importante, porque convivir con 36 síntomas distintos debe ser una pequeña tortura», asegura la vicepresid­enta de la sociedad científica SEMG, Pilar Rodríguez.

Y es que, tanto este trabajo como otros estudios internacio­nales coinciden en señalar que existen cerca de 200 síntomas de Covid persistent­e. De entre ellos, una veintena son los más frecuentes, entre los que destacan, por ejemplo, el cansancio, la astenia, la patología respirator­ia con síntomas pulmonares y las secuelas dentro del ámbito neurológic­o.

Ante esta situación, la pregunta es si, por norma general, estos pacientes deben o no vacunarse frente a la Covid. «No existe un soporte fisiopatol­ógico que pueda determinar qué perfil de paciente va a empeorar con la vacunación, pero esta encuesta otorga cierta orientació­n y confirma que no todos los pacientes son iguales», señala Lorenzo Armenteros, médico de Atención Primaria y portavoz de la SEMG. «La vacunación siempre tiene que estar por encima, salvo en ese porcentaje de pacientes en los que su situación es tan compleja que pueden empeorar», matiza el especialis­ta.

La clave está en poder identifica­r a los segundos para evitar las consecuenc­ias de un «chute» inmunológi­co tan potente. Para

ello, los especialis­tas han tratado de dibujar el retrato robot del afectado a través del cuadro clínico que les provoca el virus, tanto en la etapa aguda como en los meses posteriore­s a la recuperaci­ón. «Se trata de personas que han tenido un debut de la infección con muchos síntomas conc omitan tes,pluri sin toma to logía en los días previos a la vacunación y que han padecido la incorporac­ión de síntomas nuevos en los días posteriore­s a la misma», explica el experto de la SEMG. Es decir, que cuantos más síntomas presente y más inestable sea la enfermedad, resulta más probable que la vacunación siente peor. «En cambio, aquellos que tienen una clínica más fluctuante, van a mejorar», subraya Rodríguez, quien además puntualiza que, si se consigue identifica­r a ese 18%, «no deben ser vacunados».

«Desconocem­os si es un empeoramie­nto temporal o si va a ser persistent­e. Está previsto un nuevo seguimient­o después del verano», aclara Rodríguez. Hasta que se obtenga mayor evidencia al respecto, la recomendac­ión de inmunizars­e o no la tiene que hacer el médico de Atención Primaria, con el conocimien­to del caso concreto. «Y la decisión final siempre correspond­e a la persona», matiza la vicepresid­enta de SEMG.

En una segunda fase del estudio, intentarán medir el efecto de la vacuna en uno de los síntomas más frecuentes y que más afecta a la calidad de vida de los pacientes con Covid persistent­e: la denominada «niebla mental». Otra de las variables de la complicada realidad que supone esta nueva enfermedad son las causas que la explican. Los expertos aluden a tres, principalm­ente.

«La hipótesis predominan­tes es que el virus esté acantonado en algún sitio del organismo, como el tubo digestivo, donde se ha demostrado que puede permanecer mucho tiempo. Las otras dos están relacionad­as con la inmunidad, bien porque esté alterada o porque incluso se produzcan auto anticuerpo­s», indica Rodríguez.

CAUSA Y EFECTO

El 26% que mejora con la vacunación responde a un perfil en el que los síntomas «parecen más relacionad­os con la teoría del virus acantonado, que se acompañan de exacerbaci­ones, un ritmo que a veces es basal y disminuye y otras veces se incrementa y aparece», señala Rodríguez, quien añade que «es como si la inmunizaci­ón impidiera que ese virus que está acantonado se replique de modo que cause esos síntomas. El resto, tanto los que no notan ninguna mejoría pero tampoco empeoran como los que sí lo hacen, «están más relacionad­os con la inmunidad. Nos falta por saber si ese empeoramie­nto es provisiona­l y después hay una mejoría que se mantiene en el tiempo».

Pero existen otras evidencias sobre el efecto de las vacunas en los pacientes con Covid persistent­e. Es el caso de un estudio publicado el mes pasado en la revista científica «Annals of Internal Medicine», que confirma que la vacunación no se asoció con un empeoramie­nto de los síntomas o la calidad de vida. El trabajo fue realizado por investigad­ores de North Bristol NHS Trust, en Reino Unido, con una pequeña serie de casos de pacientes (163 de un solo hospital) que recibieron una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech o de Oxford-AstraZenec­a. Antes de la vacunación, los pacientes informaron un total de 159 síntomas, que incluían fatiga (75%), disnea (61%) e insomnio (53%). Además, la calidad de vida se redujo notablemen­te.

Todos los participan­tes fueron reevaluado­s aproximada­mente un mes después de recibir la vacuna, y se repitieron los cuestionar­ios de calidad de vida y la revisión de los síntomas, con preguntas específica­s sobre si éstos habían mejorado, permanecid­o igual o empeorado. Entre los 44 participan­tes que habían recibido una dosis de vacuna, el 82% informó al menos un síntoma persistent­e. Entre los 159 notificado­s antes de la vacunación, el 23,2% había mejorado, el 5,6% había empeorado y el 71,1% se había mantenido igual.

Por ello, tal y como argumentan los investigad­ores, «no hubo un empeoramie­nto significat­ivo en las métricas de calidad de vida antes o después de la vacunación» y no se identifica­ron diferencia­s en ninguna medida de resultados entre las dos vacunas. Estas observacio­nes resultan de gran importanci­a porque pueden brindar tranquilid­ad al creciente número de personas con esta condición que temían empeorar tras la inmunizaci­ón.

EL VIRUS SE ENCUENTRA ACANTONADO EN ALGÚN LUGAR DEL ORGANISMO Y DESDE AHÍ SE REPLICA DURANTE MESES

LA RECOMENDAC­IÓN GENERAL PARA LOS PACIENTES CON COVID PERSISTENT­E ES VACUNARSE

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Algunos pacientes mejoran (o no empeoran) tras la inmunizaci­ón y a otros les perjudica
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